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Los vecinos del barrio Cándida Achucarro denunciaron la existencia de un hedor nauseabundo que invade la zona y responsabilizaron del hecho a la empresa Pulp. También a una empresa recicladora que funciona en la zona y arroja sus desperdicios en una zanja del lugar.
Los afectados exigieron una pronta solución debido a que ya ni siquiera pueden comer por el fétido olor.
Los empresarios aseguraron que utilizan una planta de tratamiento de efluentes, por lo que es imposible que se genere algún tipo de hedor en la zona. Los responsables de la firma comentaron que el mal olor que se percibe en la zona es debido a que la mayoría de los vecinos vierten sus desechos cloacales a la zanja que cruza por el barrio, que se junta con basura acumulada.
“La empresa cuenta con una moderna planta de tratamiento que demandó una inversión de más de 600.000 dólares, funciona a la perfección y el agua industrial ya tratada se utiliza para el regadío del predio. Muy poco es lo que sale afuera”, expresó el gerente industrial, ingeniero Humberto Ortiz.
Agregó que el líquido resultante es limpio y no emana hedor alguno. En cuanto a la mortandad de animales domésticos en la zona, en especial gallinas, indicó que no puede ser causada por las aguas utilizadas en la empresa.
“Yo recorrí la zona y vi realmente la dramática situación, pero el mal olor es porque queda estancada el agua en medio de un gran basural. Además, los propios vecinos tiran los desechos cloacales en el lugar”, expresó Ortiz.
Por su parte, el intendente Raúl Mendoza (PLRA) reconoció que ya recibió varias denuncias de los lugareños por el mal olor que soportan en la zona. El jefe comunal prometió buscar una solución al problema.