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El arroyo Cañada del Carmen, uno de los recursos hídricos más importantes de la ciudad de Mariano Roque Alonso, sufre desde los últimos años una contaminación impune como consecuencia de la instalación de frigoríficos, mataderías y otras industrias sobre su canal. Las empresas aprovechan esta situación para arrojar todo tipo de inmundicias al lecho de agua.
Las zonas más afectadas por la práctica criminal son el barrio Arecayá y la urbanización Surubi’i de la ciudad. Aguas negras y con espumas, que expiden olores nauseabundos y perjudiciales para la salud se observan en el arroyo, especialmente en los barrios mencionados.
Existen innumerables quejas de los vecinos sobre este hecho. Sin embargo, los escasos controles y la falta de acciones efectivas por parte de la Municipalidad local, administrada por Carolina Aranda (PLRA), la Secretaría del Ambiente (Seam), a cargo de Rolando Barros, y la Fiscalía permiten que la contaminación siga impune.
Los pobladores más afectados relataron que existen días en los cuales no pueden estar afuera de sus viviendas, “y algunas veces las aguas son incluso de color rojo, parecido a la sangre”, señaló Vidal Pérez, uno de los vecinos de Arecayá.
Canalizan arroyo
En los alrededores de los barrios más perjudicados por la contaminación del arroyo Cañada del Carmen están instalados el Frigorífico Concepción, la empresa láctea Chortitzer y la matadería El Siñuelo, propiedad de Ana Nidia de Moreno.
Esta última firma, según pudimos observar, incluso canalizó el cauce hídrico que pasa por su propiedad para “aprovecharlo” mejor. La empresa también construyó una supuesta planta de tratamiento encima del arroyo.
De acuerdo a los datos de la Municipalidad, El Siñuelo tiene todos los documentos en regla y la licencia ambiental expedida por la Seam.
Intentamos conocer la versión de algún responsable de esta empresa. Uno de los empleados prometió devolvernos la llamada, cosa que no ocurrió.
Otras firmas
El gerente de control de calidad de Chortitzer, Javier Romero, negó cualquier tipo de contaminación del arroyo porque, según dijo, también les afecta a ellos. Señaló que la firma cuenta con una planta de tratamiento y que no se vierte ningún tipo de líquido al cauce hídrico, a pesar de que a simple vista se observa un caño proveniente de la propiedad. “Está preparado para tirar agua tratada desde la planta, pero no lo usamos”, aseguró.
Por su parte, la gerente del Frigorífico Concepción, Daiane Carrillo, indicó que uno de los voceros de la firma nos devolvería la llamada, pero nadie se comunicó.