Colocan nuevos frágiles parches en cuestionada ruta Paraguarí-Villarrica

Al ser avisados de que el Consorcio de Ingeniería Vial (CIV) ya “solucionó” los defectos del flamante pavimento que une Paraguarí con Villarrica, comprobamos que una cuadrilla estuvo trabajando ahí, entre el miércoles y viernes de la semana pasada, en la colocación de precarios parches.

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YBYTYMÍ (Aldo Lezcano, corresponsal). Los trabajos fueron realizados supuestamente después de que funcionarios del MOPC hayan alertado que nuestro medio estuvo captando imágenes en el sector más afectado.

Luego pudimos verificar que en la zona del Kilómetro 107, en sustitución de la tierra que pusieron como relleno de la parte afectada de la vía, ya habían colocado piedra triturada mezclada con asfalto y que también emparejaron las banquinas en el sector de referencia.

Con el paso de los automóviles y numerosos camiones pesados por el lugar, se puede percibir que disminuyeron el peligro y el temor de los conductores, pues ya no aminoran demasiado la velocidad. Sin embargo, se puede notar que los parches durarían solo pocas semanas, por la precariedad de las “reparaciones”.

Fisuras

Por otro lado, se observa que solamente arreglaron las partes más afectadas de la criticada carretera, pero a pocos metros de esas intervenciones persisten las fisuras y el desnivel de la pista, donde en ocasiones anteriores ya realizaron los remiendos.

La construcción de la ruta estuvo a cargo del Consorcio de Ingeniería Vial (CIV), del ingeniero Isacio Vallejos, y de la empresa M y T, del arquitecto Julio Mendoza Yampey, cuyas tareas comenzaron en el año 2004 y culminaron recién en 2011.

La obra fue de 91 kilómetros, desde Paraguarí a Villarrica, y otro ramal de 36 kilómetros que une Tebicuary con La Colmena. Se realizó con un préstamo otorgado por el Banco de Japón para la Cooperación Internacional (JBIC).

El precio alcanzó presuntamente US$ 40 millones (aproximadamente 176.000 millones de guaraníes), incluido un sobrecosto de US$ 4 millones, en cuatro años de atraso (ha habido presuntamente más incrementos de precio, de US$ 10 millones).

La falta de una reconstrucción adecuada es beneficiosa solamente para una casillera del lugar, quien dijo que con frecuencia los vehículos se descomponen y sus ocupantes pasan el día comprando cosas de su negocio al igual que los integrantes de las cuadrillas de la empresa o del MOPC, que periódicamente realizan los rellenos que duran pocas semanas. Los accidentes son frecuentes en el lugar.

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