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La niña vive con su familia en una casa cedida por la Fundación Divina Providencia, ubicada sobre la calle Panchito López casi 14 de Mayo, a una cuadra y media de la avenida De la Victoria. Cerca también está la escuela San Blas, donde los niños y demás vecinos están expuestos a contraer el mal ante la existencia de potenciales focos del vector.
El caso de Miguela es especial, atendiendo a que es una paciente inmumocomprometida. Ya hubo casos de pacientes con trasplante exitoso, pero de riñón, que el año pasado fallecieron a causa de una falla multiorgánica por dengue, como Miguel Ángel Denis Cabrera, de 41 años de edad.
Doña Jacinta comentó que su hija está feliz porque la familia está reunida en la misma casa. Está junto a sus hermanos, que ya la extrañaban, aunque no se acercan mucho a ella para evitar pasarle ningún virus o bacteria.
También tiene un hijo, Tomás, que es sordo y ciego del lado derecho, y que ya se estaba sintiendo mucho la ausencia de su madre.
“Ahora ya estoy más tranquila por tenerles a mis otros hijos, porque ellos también sufrían mi ausencia, sobre todo Tomás, que depende mucho de mí y se estaba poniendo depresivo”, dijo.
Añadió que agradece mucho el gesto de la presidenta de la fundación, Natividad de Zubeldía, que le permitió traer a sus hijos y le provee de la casa amoblada y comida.
El intendente Albino Ferrer (ANR) se comprometió a mandar a limpiar los baldíos hoy mismo.