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JUAN LEÓN MALLORQUÍN, Alto Paraná (Sara Fleitas, corresponsal). En noviembre de 2016, los intendentes de esta ciudad, Yguazú y Juan E. O’Leary acordaron con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) el retiro de los troncos “a fin de que la madera resultante sea aprovechada para fines de utilidad pública”. Atendiendo el convenio, en una nota, la Secretaría del Ambiente solicita, “para mejor organización, que sea designado un responsable, informando sus datos y números de contactos a los efectos de la entrega de los tallos y troncos, debiendo el mismo estar atento al inicio de los trabajos del tramo que corresponde al municipio”.
Añade: “Dichos troncos deberán ser retirados en la brevedad, a fin de no retrasar la continuidad del trabajo de la construcción de la carretera. En caso de que el ente comunal autorice a diferentes responsables para cada caso, sea al frentista o persona debidamente identificada a proceder al retiro de los troncos, será necesario la provisión de una autorización escrita, descriptiva, firmada y sellada por la Secretaría del Ambiente de la institución”.
En esta localidad, el intendente Mario Noguera (PLRA) autorizó a la empresa Escobar Hnos., representado por Cristian Escobar, a talar para despejar la franja de dominio de la Ruta 7. La firma cobrará G. 30 millones por el trabajo.
Noguera dijo que le preguntó a representantes de seis empresas y que Escobar Hnos. fue la que más dinero ofreció por los árboles, por lo que optó por hacer “trato” con los responsables de la firma.
Llamativamente, esta empresa volvió a otorgar la tala al funcionario municipal Matías Acosta. Este se encarga de derribar los árboles desde el Km 62 hasta la calle La Victoria de esta localidad.
Acosta tuvo muchos altercados con los frentistas, ya que varios de ellos aseguran que tienen derecho de aprovechar los árboles, ya que fueron ellos los que plantaron para sus respectivas sombras.
Los vecinos del barrio Nuestra Señora de la Asunción, que forman parte de la comisión de la capilla Nuestra Señora de la Asunción, fueron los únicos que consiguieron, luego de tres meses de lucha, que el intendente Noguera deje a cargo de ellos la tala para darles utilidad a los árboles en un trayecto de 1.000 metros. Todo lo recaudado será para la ampliación de la capilla.
Como medida de urgencia, en diciembre pasado, los vecinos pidieron a la Junta Municipal que suspenda la tala de los árboles porque consideran muy injusto que unos pocos se beneficien, sin que la Municipalidad haya licitado para que alguna empresa pueda proceder con los trabajos.
Según los miembros de esta comisión, los G. 30.000.000 es un monto muy ínfimo, ya que existen cientos de árboles en todo el trayecto de la Ruta 7, que tienen mucho valor económico.
En ese sentido, dijeron que solo en el trayecto de 1.000 metros, que le corresponde a la comisión de la capilla, obtendrían los G. 30 millones, ya que un ejemplar de lapacho de 35 a 37 metros tiene un costo de G. 10 millones. Además dijeron que las maderas se venden a G. 190.000 el metro cúbico y que los metros de madera tienen un precio de G. 40.000 el metro cuadrado.