Cinismo oficialista frente a los enfermos de cáncer

Los senadores de Honor Colorado Gustavo Leite y Antonio Barrios, junto con el exlegislador de la misma agrupación Sergio Godoy, anunciaron desde el quincho del expresidente de la República y titular de la ANR, Horacio Cartes, la presentación de un proyecto de ley de reprogramación presupuestaria para “redestinar gastos superfluos” por 304.000 millones de guaraníes al Instituto Nacional del Cáncer para compra de medicamentos. A simple vista, la iniciativa parece loable. Todo recurso extra para asistir a víctimas de esta tremenda y costosísima enfermedad es bienvenido. Sin embargo, la movida no hace más que dejar en evidencia el cinismo del oficialismo y la denigrante instrumentación política del dolor y la desesperación de familias paraguayas.

Cargando...

En primer lugar, es prácticamente una tomadura de pelo que anuncien alegremente, como si fueran grandes benefactores con profunda sensibilidad social, que “encontraron” 304.000 millones de guaraníes de gastos superfluos para redestinar al Incan, cuando han sido la propia mayoría oficialista y el propio Gobierno cartista los que acaban de sancionar y promulgar el Presupuesto General de la Nación 2025. ¿Solo ahora se dieron cuenta del desfinanciamiento del Incan? ¿Solo ahora se percataron de que había gastos superfluos que se podían utilizar? ¿Eran necesarios los amargos testimonios de los afectados a través de la prensa y de las redes sociales para que los políticos que están en el poder repentinamente repararan en la gravedad y urgencia de la situación?

En segundo lugar, el derroche y los gastos superfluos en el Presupuesto General de la Nación exceden sideralmente los 304.000 millones de guaraníes que tan afanosamente “descubrieron” los proyectistas de HC. El gasto público presupuestado para 2025 es de 133,2 billones de guaraníes, 15% superior al de 2024, más de la mitad de lo cual se irá a salarios de funcionarios, incluyendo “nepobabies”, recomendados, planilleros, operadores políticos, amantes, paracaidistas y otros parásitos. En su proyecto, el Poder Ejecutivo creó 11.978 nuevos cargos para este año, y a eso el Congreso le agregó otros 3.241, con lo cual la burocracia estatal crece a 334.541 puestos permanentes y 50.000 contratados. Solamente el sueldo anual de esos más de 15.000 que van a incorporar en 2025 triplica la “generosa” asignación extra que se le daría al Incan vía reprogramación.

Son incontables los componentes superfluos que se pueden encontrar dentro de ese enorme gasto estatal, desde rubros para actividades inútiles o superpuestas hasta sobrefacturaciones, licitaciones amañadas o innecesarias, pasando por repartija de bonificaciones, gastos reservados o “de representación” sin rendición de cuentas, permanentes viajes y viáticos de dudosa justificación, y eso sin considerar que los propios congresistas se aumentaron sus remuneraciones, sus cupos de combustible y se aprobaron subsidios públicos para su jubilación vip.

En tercer lugar, según explicaron médicos y especialistas en salud pública, esos 304.000 millones que quieren presentar como una solución “para que ningún paciente oncológico se quede sin la atención que necesita”, son apenas una gota en el océano. El Dr. Marcelo Galli, exdirector del Incan, calificó la cifra de “mitã'i recreo” y aseguró que no va a alcanzar para el fin propuesto. El senador del PEN y también médico Ignacio Iramain lo tildó de “marketing político” y de simple “bacheo” a los serios problemas estructurales de un fragmentado sistema de salud. Recordó que existe el Fondo Nacional de Recursos Solidarios para la Salud (Fonares), que supuestamente tendría que ser el mecanismo para afrontar enfermedades catastróficas, pero que nadie sabe cuáles son sus reservas y cómo se ha utilizado el dinero.

En cuarto lugar, es irónico que el anuncio se haya hecho en la residencia de Horacio Cartes. Es cierto que se trata del presidente del Partido Colorado y líder del movimiento al que pertenecen los citados senadores y también el presidente de la República, Santiago Peña. Está claro que la intención fue relacionarlo con la medida para compartir rédito político con él y con su sector (o, mejor dicho, con esa nueva corriente dentro de su sector que parece querer despegarse). Pero es igualmente cierto que Cartes está fuertemente vinculado con la producción de cigarrillos, a su vez íntimamente asociada a las causales del cáncer, y que su bancada y aliados han bloqueado sistemáticamente todos los intentos de elevar los impuestos al tabaco, justamente para obtener fondos para tratamientos oncológicos y cardiovasculares.

Con todo, la reprogramación debería aprobarse si realmente es a costa de gastos superfluos, algo que todavía está por verse. Pero los gastos superfluos con el dinero de los contribuyentes no se tendrían simplemente que recortar, sino dejar definitivamente de existir. Mientras no den verdaderas señales de estar combatiendo los privilegios indebidos, antes que acrecentándolos, todo lo que hagan no será más que burdo oportunismo político.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...