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La Asociación de Cañicultores de esta comunidad del Guairá expresaron preocupación ante el cese de la molienda de la caña dulce debido que dos de los tres reductores que hacen accionar las turbinas de molienda estallaron porque no soportaron la presión del trabajo. La zafra se inició el domingo pasado con el ingreso de apenas 160 camiones cargados y más de 200 corren el riesgo de que la materia prima se eche a perder.
Según denunciaron los cañicultores, la zafra del año pasado culminó en octubre a fin de que las maquinarias sean enviadas al Brasil para reparaciones y que la cosecha de este año arranque a inicios de mayo. Sin embargo, las reparaciones se hicieron en nuestro país, la molienda se inició este mes y solo se trabajó siete días.
El presidente de la Asociación, Braulio Salinas, indicó que se encuentran preocupados por el paro, atendiendo a que cuentan con más de 10.000 hectáreas de caña dulce y más de 2.000 productores, y este cese significaría una pérdida millonaria para los cañeros.
Intentamos conversar con el gerente de la fábrica, Ing. José Barboza, pero el mismo no se encontraba en la planta, tampoco atiende nuestras llamadas al número de celular con terminación 221.
La solución planteada por los cañicultores es que Petropar deje ingresar los más de 200 camiones que quedaron varados en la playa para el pesaje y facturación correspondiente, porque es responsabilidad de la fábrica por los cupos emitidos.
Según los datos que se encuentran en la página web de la Dirección Nacional de Contratraciones Públicas (DNC), difundida el miércoles pasado, Petropar adjudicó por unos G. 3.146 millones a una empresa privada que no especifica el nombre para el servicio de mantenimiento de reductores y turbinas de accionamiento de molienda de la fábrica. Sin embargo, a siete días del inicio de la zafra ya estallaron dichas maquinarias en Troche.