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“Dependemos de otras entidades internacionales, como la casa de cambios Satoshi Tango, por ejemplo, que ofrece un servicio de tarjetas para el cual pagás un canon”, cuenta.
“Mastercard tiene una historia bastante lenta porque ellos incluso hicieron un lobby anti bitcoin ya en 2014. Sin embargo, Visa tuvo más apertura en ese sentido y desde el año 2014 permite el uso de bitcoin como una moneda”, comenta Cardozo. Eso se nota en el costo de la comisión que cada una de estas tarjeta cobra por el uso de su tarjeta, ya que mientras en Mastercard es del 5% a 7%, en Visa es 1% a 2% por cada transacción, refiere este usuario.
Otro punto que aclara este impulsor de la moneda en el país es que el precio del bitcoin está regulado solo por la oferta y la demanda, lo que es una ventaja pero también una desventaja, dado que ese mismo mercado que puede decir que hoy vale US$ 2.500, puede que mañana amanezca pesimista, y valga solo un dólar.
“Es algo válido y podría pasar. Ese manejo de precios es por la especulación. Pero hace cinco años, la especulación era más alta. Hoy día ya se sabe cuáles son los alcances reales del bitcoin, entonces su precio se va estabilizando de a poquito. Ya no hay tanta subida y bajada de precios estrepitosos como en otros tiempos”, manifiesta.
Agrega que se trata de una moneda de uso transparente, por lo cual muchos traficantes prefieren el dinero en efectivo y no estas criptomonedas.