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Acompañado del enólogo Ricardo Cabrera, jefe de Asesoría Técnica del Instituto Nacional de Vinicultura del Uruguay (Inavi), Perazza presentó los productos de la bodegas vinícolas de su país, como Alto de la Ballena, Marichal, Bracco & Bosca, Garzón, Establecimiento Juanicó, Bertolini & Broglio, Artesana, Toscanini, Finca Narbona y JPO Wines. El diplomático estimó que según datos de Rediex, Paraguay importa actualmente cerca de US$ 40 millones en vinos, principalmente de Chile y Argentina, mientras que Uruguay participa en la torta con la modesta cifra de US$ 100.000 anual, por lo que el objetivo es ampliar el volumen en el mercado local con vinos finos, de alta gama, para acompañar la jerarquización de la gastronomía paraguaya. Con el mismo objetivo, horas más tarde, Perazza también participó de la presentación de los vinos uruguayos en Paraguay, en el “Masterclass” del Instituto Nacional de Vitivinicultura de Uruguay (Inavi), que se llevó a cabo en el local de la firma SAX, en el Paseo La Galería, desde las 20:30.
Por su parte, el enólogo Cabrera contó que la producción de vino se inició en Uruguay en 1903, con la llegada de la inmigración europea, tiempo desde el cual ya tiene normativa para el rubro basada en la ley francesa. Destacó que hoy, Uruguay tiene una política de Estado en relación al vino que se impulsa a través del Inavi, y que la cepa insignia es el Tanat, que es originaria de Burdeos, Francia, aunque actualmente su mayor desarrollo lo alcanzó en Uruguay.
Mencionó también que en su país existen unas 250 bodegas, 7.000 hectáreas de viñedos, en una cadena de valor que incluye a unas 35.000 personas.