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Entre enero y marzo de este año se importaron un total de 23.334 automóviles; de esta cantidad, 16.161 unidades son rodados usados, que representa al 69% de todos los vehículos ingresados al país entre enero y marzo de este año; mientras que los automóviles nuevos apenas suman un total de 7.173 unidades, también en el lapso mencionado.
Analistas explican que esta creciente preferencia de los compradores por vehículos usados, que son más baratos que los nuevos, impacta en el monto final de las importaciones.
Según los datos de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), la entrada de autos nuevos al país bajó 16%, en cambio la entrada de vehículos usados viene creciendo a un ritmo del 14%.
La venta de autos, a pesar de que tuvo caídas importantes en el transcurso del año pasado, en enero el ritmo de venta había cambiado radicalmente, con un repunte del 41% en las ventas declaradas por las diferentes playas y casas de automotores ante la Subsecretaría de Estado y Tributación (SET) y del 30% en febrero último, según los datos del Estimador Cifra de Negocios, elaborado por el Banco Central del Paraguay (BCP).
Este indicador toma como base las declaraciones ante la SET de las playas y casas autorizadas para las ventas de dicho bien dentro del territorio nacional. Contrariamente al registro de las ventas, las importaciones de vehículos registran en lo que va del año caídas importantes en los montos de las compras. Así, hasta abril, la caída de las compras fue del 10%, la más pronunciada fue en marzo, con una caída del 21%, de acuerdo con los datos de comercio exterior.
Liquidar stock
Otra de las razones del comportamiento diferente que se observa entre las ventas e importaciones de autos, además de la preferencia por los usados, es porque muchos importadores quedaron con un sobrestock de mercaderías que adquirieron el año pasado y necesitan vender lo antes posible; objetivo que tropieza con dificultades debido a la gran competencia con representantes de otras marcas, que también están afectados por la misma situación y se están ansiosos de liberarse del stock acumulado.
Analistas coinciden en señalar también los efectos de la depreciación del dólar en este sector, que abarató productos importados y mejoró la competitividad, hecho que se tradujo en un aumento de sus ventas en el mercado local.