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El afectado comenzó explicando que primero la “estafa” fue con una factura correspondiente a su casa, ubicada en la zona del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, de G. 1.000.000, cuyo pago la ANDE “se dignó” a fraccionarle.
“Esto es totalmente descabellado, porque yo no estoy en mi casa durante el día, donde tengo dos heladeras, un lavarropas y cuatro focos, que durante todo el día y gran parte de la noche están apagados; sin embargo, ya me llegó una nueva factura por G. 380.000”, lamentó.
Explicó que su oficina que alquila en Caaguazú está cerrada la mayor parte del tiempo. Dijo que allí tiene una computadora que no se usa, cuatro focos siempre apagados y un letrero lumínico que funciona entre las 7 de la tarde hasta las 6 de la mañana, hora en que se apaga de forma automática, y donde normalmente recibía una factura que orillaba los G. 80.000.
Preguntado si no sería pro una acumulación de facturas, contestó: “Supongamos que me atrase tres meses, la cuenta no puede superar G. 300.000. Entonces, la única razón sería problemas en el medidor de la ANDE”.
Ferreira pidió la urgente intervención de las autoridades competentes, porque su caso no es el único y que mucha gente está siendo “estafada” por esta empresa.