Un robusto varoncito nació ayer en la cabecera de una pista de aviación

Delfina Orlando (17) movilizó en torno suyo los recursos de tres instituciones: estaba embarazada y no podía recibir asistencia especializada para el trabajo de parto. Un robusto varoncito nació ayer en la cabecera de una pista de aviación, en Puerto Pinasco, Chaco paraguayo.

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Delfina Orlando, una adolescente de 17 años, atrajo sobre sí la atención de tres instituciones: la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP). Delfina estaba embarazada y llevaba 24 horas de trabajo de parto en su comunidad sin que la partera tuviera éxito en su intento de traer al mundo al bebé.

Delfina Orlando vive en la comunidad de La Patria, en la aldea Las Flores, en el distrito de Puerto Pinasco, departamento de Presidente Hayes; la comunidad es del pueblo Angaite.

El pedido de auxilio fue lanzado en la mañana de ayer por el hospital de Villa Hayes tras la confirmación del peligro en que se encontraban la adolescente y el bebé. La comunidad de La Patria, al igual que todo el sector circundante, se encuentran completamente anegados como consecuencia de las intensas precipitaciones de las últimas semanas.

La alerta fue recibida por la Unidad de Búsqueda y Rescate (SAR) del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay. De inmediato se unieron la Secretaría de Emergencia Nacional y el Instituto Paraguayo del Indígena por la complejidad logística que conlleva una misión en un área inundada.

Alrededor de las 10:30 de la mañana partieron de Asunción dos avionetas con dirección a la estancia de Bader Rachid Lichi, en el sector conocido como Posta Salazar.

La pista de aterrizaje es la más cercana a la aldea de Delfina. La adolescente partió de su comunidad en un carrito para sortear los caminos anegados.

Haciendo gala de pericia profesional, el piloto Elio Escobar logró aterrizar en una pista que tenía menos de 500 metros y en parte estaba cubierta de agua.

El otro avión tomó rumbo a la estancia de Pedro Zuccolillo para aguardar a la paciente.

Parto bajo un árbol

El avión pilotado por Elio Escobar logró salir con la adolescente, acompañado del rescatista Darío Montiel de la Unidad SAR.

La nave partió únicamente con los pasajeros porque todo peso extra hubiera impedido que lograra decolar de una pista en malas condiciones.

Llegan a la pista de Zuccolillo y bajan los pasajeros: en ese momento, Delfina comienza a sentir fuertes contracciones. La llevan hasta la sombra de un árbol, en la cabecera de la pista.

El personal del CBVP, entrenado para intervenir en partos de emergencia, se ocupa de traer al mundo a un robusto varoncito.

Al cabo de unos minutos –que parecieron interminables–, el llanto del bebé rompió el silencio que reinaba en la solitaria pista de aterrizaje. Eran las 14:05.

Descompensación en pleno vuelo

Luego de la verificación clínica de la adolescente y su bebé, se procedió a embarcarlos en la avioneta con el objetivo de llegar a Asunción.

En pleno vuelo, Delfina sintió un fuerte malestar y tuvo una descompensación; ante esta circunstancia, se tomó la decisión de desviar el vuelo con rumbo a Concepción.

A través de la torre de control, se realizó la coordinación con el hospital, donde los médicos fueron puestos en alerta.

La joven indígena y el bebé quedaron en el centro asistencial de Concepción bajo cuidado especializado.

Las misiones de búsqueda y rescate son regulares en el Chaco, donde la infraestructura hospitalaria carece de niveles de complejidad.

La inundación que afecta a la región expone a la población a riesgos mayores.

roque@abc.com.py

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