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En una entrevista con nuestro diario, publicada el lunes pasado, el economista, empresario y accionista de la Azucarera Iturbe Roberto Codas aseguró que las cuentas de la empresa “son transparentes” y sostiene que sería un “craso error” que la manden a la quiebra como pretende el Gobierno. Afirmó que en manos del Estado la industria “será un fracaso”, y asegura que su venta privada a terceros beneficiará a centenares de cañicultores.
Al respecto, el titular del MIC, Gustavo Leite, afirmó: “Nos llama la atención que Roberto Codas diga que quiere vender una fábrica cuyos activos, al menos en gran medida, ya son de propiedad de un fideicomiso. Cómo va a vender algo que ya no es de ellos. Debemos defender la figura de fideicomiso y liquidar lo que legalmente sobra de los activos para pagar a los acreedores, entre ellos, al Estado, pero debe transparentarse toda el agua que corrió bajo el puente”.
Añadió que los directores de Iturbe han perdido toda credibilidad nacional e internacional; por lo tanto, no pueden vender o transferir lo que ya no es suyo. “Nadie ya les da crédito. La quiebra es la única solución”, enfatizó el ministro de Industria y Comercio.
El secretario de Estado insistió, asimismo, en que los directivos del ingenio (entre ellos, Roberto Codas Friedmann, Fernando Campos y Emma Codas) deben hacerse cargo “de sus macanas” y enfrentar a la justicia, teniendo en cuenta que para la Procuraduría, que solicitó la semana pasada la quiebra de la empresa, está probado que (en manos de los citados) se abultaron sus activos en forma dolosa.
“La Procuraduría ya impidió que al Estado le esquilmen más de US$ 500 millones en los últimos dos años; y la quiebra de Iturbe ventilará todos los pormenores, y como acreedor privilegiado el Estado (que inyectó G. 15.000 millones para pagar salarios caídos a los obreros de la firma y a los cañicultores que no cobraban por la materia prima proveída) podrá extremar recursos”, afirmó Leite.
“Explotación inmisericorde”
El funcionario aseveró, igualmente, que es “miserable y repudiable” que sigan hablando los directores de Iturbe luego de dejar en la calle a sus obreros y a sus proveedores. “Deberían pedir perdón a una población que fue explotada inmisericordemente por ellos por muchos años”, expresó.
Preguntado si fue o no prudente que el Gobierno se subrogara la deuda de la azucarera con sus obreros y cañicultores, el ministro respondió: “El Gobierno va a ser juzgado por el resultado final, no por el parcial. La quiebra es la única vía que puede traer la reactivación de la fábrica, bajo nuevos dueños y cobranza para el Estado. No hay que olvidar que también son acreedores la ANDE e IPS, hecho que fue consentido por gobiernos anteriores. Nosotros hemos cortado el grifo y nos convertimos en acreedores privilegiados al subrogar deudas laborales”.