Cargando...
El incremento de los programas sociales fue prácticamente la principal herramienta del Gobierno en el combate a la pobreza. Sin embargo, ante la falta de acompañamiento de políticas de fortalecimiento integral a las familias como acceso a servicios públicos de calidad (educación, salud) medio ambiente, finanzas, seguridad social, motivación entre otros, no se notó un impacto en las cifras de pobreza del país que siguen aumentando en lugar de retroceder.
Al respecto, Martín Burt exintendente de Asunción y director de la Fundación Paraguaya opinó que los subsidios deben servir como trampolín y no generar dependencia en sus benefactores. “Creemos que los subsidios tienen que tratan de evitar las trampas de la pobreza” Actualmente, la transferencia de Tekoporã condiciona a las familias que deben recibir la ayuda monetaria.
Por ejemplo, existen familias que para seguir recibiendo la ayuda ocultan o se privan de tener un baño moderno, o medio de transporte.
“Se crea una dependencia en lugar de un avance en las condiciones de vida de la familia”, ahí es donde se debe trabajar en el fortalecimiento de la familia receptora en un plan de salida de la pobreza, acotó.
Actualmente, la Fundación Paraguaya promociona una métrica denominada “Semáforo de la pobreza” que ayuda justamente a detectar riesgos de las familias en esferas más allá del ingreso mensual. Estos riesgos identificados por colores (rojo, amarillo y verde) vienen acompañados con sus respectivas acciones para mitigar las debilidades de las mismas. “En poco tiempo y con pocos recursos se logró apalancar a unas 30.000 familias” afirmó.
Según Burt esta métrica podría bien fusionarse en las políticas públicas para el combate de la pobreza y tener resultados favorables en 5 años.
La citada fundación brindará su herramienta de semáforo de pobreza al Ministerio de Trabajo para aplicación con funcionarios de la institución, siendo el primer ente público en implementarlo y sumarse así a unas 100 empresas privadas que llevan adelante acciones para mitigar riesgos y mejorar la calidad de vida de sus colaboradores.
Impacto de subsidios Según datos actualizados, el presupuesto total destinado al programa Tekoporã asciende actualmente a G. 411.000 millones, de los cuales G. 368.000 millones (US$ 67 millones) son destinados exclusivamente al subsidio otorgado a beneficiarios.
Esto en esencia alcanza a unas 152.000 beneficiarios que en el núcleo familiar impactan a unas 700.000 personas aproximadamente. La ayuda que reciben los beneficiarios oscila entre G. 190.000 y G. 320.000.
Desde las dependencias oficiales, como la Secretaría de Acción Social (SAS) y la Secretaría Técnica de Planificación (STP) sostienen que las políticas de subsidios funcionan y que si no se contaban con ellas la pobreza habría aumentado un 25%.
Adultos mayores
En lo que respecta a la ayuda a los adultos mayores, un reciente informe del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) mostraba que solo con los ingresos individuales de las personas (adultos mayores) sin ayudas de ningún tipo, las tasas de pobreza alcanzan cifras de 54,8% en hombres y de 73,5% en las mujeres.
Cuando se incluyen las ayudas públicas del Estado, estas tasas disminuyen en alrededor de 17 puntos en ambos sexos, los hombres pasan a 38,2% y las mujeres a 56,4%. La ayuda estatal para este segmento es de G. 510.000 por beneficiario y que a nivel de presupuesto absorbe unos US$ 200 millones.
Cifras de la pobreza
Según cifras oficiales, la tasa de pobreza incrementó de 28% en 2013 a 28,86% en el 2016; mientras que la pobreza extrema aumentó de 5,69% a 5,73% en el mismo periodo. Estos porcentajes representan a cerca de 1.900.000 personas que se encuentran en la franja de vulnerabilidad e indigencia en nuestro país.