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Según la última encuesta de hogares, apenas dos paraguayos de cada 10 cuentan con el servicio. Son más de un millón de ciudadanos que no poseen el servicio.
De conseguir la licencia de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Tigo podrá acceder a los lugares donde hasta ahora no llega el servicio de cable, según Carlos Díaz, gerente de relaciones institucionales de la citada operadora telefónica.
Por su parte, las empresas prestadoras del servicio tienen miedo de que además de ser predominante en el sector de la telefonía móvil, Tigo pase a monopolizar la televisión prepaga. A esto se suma el peligro del subsidio cruzado porque tiene más de cinco licencias de telecomunicaciones. Con esas licencias que posee tiene la posibilidad de ofrecer a los usuarios un paquete de servicios (telefonía móvil, internet, televisión prepago) pudiendo haber un subsidio cruzado, con lo cual saldrá perjudicado el usuario. El subsidio cruzado consiste en abaratar algunos componentes del paquete de servicio ofrecido y encarecer otros servicios para compensar la pérdida. Con esta práctica salen perdiendo el usuario y la competencia. Esta figura está prohibida en el artículo 16 del Decreto 16761/2000 del Reglamento General de Tarifas.
Dentro de este contexto, recuerdan el Art. 4 del reglamento de defensa de la competencia aprobado por Resolución 133/2008 de la Conatel, que prohíbe el abuso de posición dominante y las conductas colusorias en general; que deriven en conductas tales como prácticas, acuerdos, convenios, contratos o decisiones conjuntas o unilaterales, que impidan, restrinjan, falseen o limiten la competencia efectiva en el mercado de telecomunicaciones.
Otro aspecto que los empresarios reclaman al ente regulador es el control estricto para determinar el monto real de la inversión.