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“La Secretaría del Ambiente cumple en informar que permanentemente se realizan fiscalizaciones en el lugar. Lo que se ve en la foto es que en la planta de petcoke se construyeron canalizaciones antiderrames en el perímetro de la playa de acopio del material y que desemboca en la pileta de decantación preparada para tratar el agua. El material no llegó al riacho Kuriju y por ende, tampoco al río Paraguay”, dice un comunicado de la cartera en respuesta a ABC, gestionado ayer a través de la Dirección de Comunicación.
Sin embargo, no supieron explicar por qué la foto enviada por los denunciantes muestra que el cauce hídrico aparece negro.
Para el presidente de la INC, Jorge Méndez, con quien también conversamos ayer, el único motivo de la denuncia es que “hay demasiados sindicalistas descontentos por el tema del aumento salarial y las categorizaciones”. Cuando le consultamos sobre la foto, dijo que no sabe a qué lugar pertenece la imagen y que “de cualquier lado ha de ser”.
En otro momento, dijo que “el coque no contamina” y con esto, se ratifica en un breve comunicado que nos envió el pasado viernes. “Negamos rotundamente que el petcoke haya llegado al riacho Kuriju y por ende, tampoco al río Paraguay. En ese contexto es de vital importancia informar que cuando el petcoke entra en contacto con el agua no desprende sus compuestos químicos, por lo que se considera totalmente tolerable para el medio ambiente”, señalaba la nota.
No obstante, según los funcionarios de la cementera estatal, lo que está sucediendo en la planta de Vallemí es “sumamente grave” y más aún, debido a que hay una aparente connivencia con la Seam que, en lugar de investigar, termina encubriendo a la INC.