Se tomó una decisión incorrecta al abrir la boca del canal paraguayo

El Pilcomayo está a 100 km de la ribera, en el lugar conocido como Agropil. Allí se detuvo ante la falta de inclinación de la cañada La Madrid. La embocadura de nuestro canal está colmatado. No se quiso escuchar la advertencia de no abrir el tapón.

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Entre noviembre y diciembre último, la Comisión Nacional del Pilcomayo tuvo a su cargo dirigir la rehabilitación del canal paraguayo, totalmente colmatado luego de tres años sin mantenimiento.

Se abrió una nueva embocadura dentro de territorio argentino, y se profundizaron 50 kilómetros de canal artificial.

La presión de los pobladores permitió que se llegara a 75 kilómetros de rehabilitación.

De este modo se logró la unión del canal artificial que capta aguas en la ribera con el cauce de la cañada La Madrid, que en definitiva lleva el río hasta el interior del Chaco paraguayo.

El trabajo se limitó a la limpieza de 75 kilómetros y a la apertura de una nueva embocadura.

Eso fue todo lo que hizo; ni un centímetro más. El Ministerio de Obras Públicas no invirtió ni un solo guaraní de su presupuesto 2016 en el Pilcomayo.

Para financiar el nuevo canal artificial se utilizó dinero del Presupuesto 2015.

El dinero disponible era de 2.500 millones de guaraníes, aproximadamente, sobrante del ejercicio fiscal 2015.

Todo ese dinero quedó de nuevo enterrado bajo un inmenso arenal.

Los sedimentos cubrieron la embocadura y se esparcieron a lo largo del canal artificial, alterando así el nivel topográfico.

Al final, 2.500 millones de guaraníes sirvieron de poco, porque buena parte de los trabajos deberán reiniciarse.

Comisión del Pilcomayo defiende decisión

Los pobladores del Pilcomayo siguieron de cerca las alternativas de los trabajos que se llevaban a cabo en la embocadura del río.

Al tenerse la certeza de que la plata solo alcanzaba para limpiar el canal artificial, ya advirtieron del riesgo de un nuevo fracaso y recomendaron no abrir la embocadura.

Nirma Servín, presidenta de la Comisión de Pobladores del Pilcomayo, indicó: “En reiteradas oportunidades pedimos que no abrieran el tapón del canal y que dedicaran el año 2017 a limpiar toda la cañada La Madrid, para que el río se pueda escurrir y llegar a General Díaz”.

La sugerencia no fue escuchada, y el 12 de enero se abrió el tapón del canal.

El ingeniero Óscar Salazar Yaryes, titular de la Comisión Nacional, negó que se huya fracasado en el intento de recuperar las aguas.

En la mañana de ayer expresó a ABC Cardinal que “el agua dejó de ingresar al Paraguay debido a que bajó el caudal y se llenó de sedimentos la embocadura”.

“Teníamos prevista esta situación; por eso dos máquinas anfibias están limpiando el cauce, y ahora entra nuevamente el río”, dijo el funcionario.

Señaló que “los sedimentos se van a presentar siempre y se van a sacar siempre. El que conoce el Pilcomayo sabe que va a arrastrar sedimentos siempre. Esta es una cosa de nunca acabar”.

Precisamente porque el río tiene como característica el arrastre de sedimentos es que se debe limpiar el cauce por donde su escurre.

Mientras no se limpie la cañada La Madrid, no se tendrá éxito en recuperar el Pilcomayo.

Se podría haber seguido la recomendación de los pobladores, y ahora no se habría tenido dinero enterrado en el arenal del Pilcomayo.

roque@abc.com.py

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