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La firma, que venía registrando pérdidas económicas en los periodos anteriores, intentó recortar a la mitad el jornal de 34 dólares a los 780 trabajadores, lo que significaba modificar el contrato colectivo que firmó con sus sindicales.
Ante la férrea oposición de los sindicalistas, los directivos de la firma decidieron cancelar los contratos y cerrar la planta. Los trabajadores fueron despedidos el 1 de enero de 2012, después de rechazar un enorme aumento del uso del trabajo precario, según las crónicas. A partir de allí, solo la tercera parte de la capacidad de la planta funcionó, con trabajadores no sindicalizados.
El 31 de marzo de 2012 unas 8.000 personas marcharon por las calles de Alma en defensa de los empleados despedidos por RTA, según publicaciones de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (Fitim).
Se plegaron a la marcha unos 50 representantes de los trabajadores de Rio Tinto en Australia, Francia, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Sudáfrica, el Reino Unido y Estados Unidos, según el informe de la federación internacional de trabajadores (www.imfmetal.org).
Jyrki Raina, secretario general de la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas (Fitim), decía durante la marcha que Rio Tinto tiene que “mostrar respeto por los trabajadores actuales y futuros y dejar de recortar cruelmente los costos laborales y los empleos decentes, sin consideración alguna de la economía local. Es una compañía que obtuvo enormes beneficios en 2011 con subvenciones públicas, no hay absolutamente ninguna justificación para sustituir buenos empleos permanentes por subcontratación”.
Ken Neumann, vicepresidente de la Federación Internacional de Trabajadores de la Química, Energía, Minas e Industrias Diversas (ICEM), en su mensaje al gobierno conservador dijo: “El primer ministro, Stephen Harper, ha incumplido claramente su deber al no imponer condiciones sobre la venta de Alcan a Rio Tinto en 2007 y no proteger los empleos. Para alguien tan dado a intervenir en relaciones de trabajo, ¿por qué no actúa en el caso de Rio Tinto para poner fin a este repugnante cierre patronal?”.
El gobierno canadiense tuvo que intervenir para mediar entre la multinacional y los trabajadores.
Los sindicatos llegaron a lanzar una campaña internacional para poner en evidencia los sistemáticos ataques de RTA a los trabajadores, las comunidades y el medio ambiente.
Varias organizaciones sindicales del mundo se movilizaron exigiendo a la empresa que revea su medida “antisocial”.
De 34 a 17 dólares
Según la publicación, RTA intentó cambiar a empleados permanentes por trabajadores contratados, a los cuales planeaba pagar la mitad del jornal diario de 34 dólares canadiense, es decir, unos 17 dólares de la moneda de Canadá.
Revendía energía en Quebec
Durante la gran movilización en marzo del año pasado en Alma (Canadá), Daniel Roy, director del United Steelworkers Quebec, recordó que, además de préstamos sin intereses durante 30 años y de recibir la electricidad con enormes descuentos, la compañía multinacional de aluminio tiene ingresos de 15 millones de dólares canadienses al mes por revender excedente de electricidad a la compañía pública Hydro-Quebec, según un acuerdo secreto filtrado. Recordemos que el Gobierno paraguayo el 21 de diciembre de 2012 firmó una preacuerdo con la multinacional de aluminio, que nunca fue puesto a consideración de la opinión pública. Tras la firma del documento se distribuyó, por presión de la prensa.