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El secretario de Estado proyectó un crecimiento económico sustentado en una fuerte inversión física e inversión en capital humano, incremento de la productividad total de la economía, acicateado por la mejora de la infraestructura y el capital humano. Dijo también que se proponen una reducción significativa de la pobreza para el 2018, al bajar su índice del 32,4% (2013) a 17%.
Otra meta es un incremento promedio del producto interno bruto (PIB) desde 4,5% hasta 7,1%.
Factores de dependencia
El logro de estos resultados esperados para el desarrollo económico del país, mediante el incremento de la inversión pública y privada, depende en gran medida de ajustes a realizarse en puntos claves como el mejoramiento de los procesos en las licitaciones públicas, sobre todo en materia de infraestructura, mejor gestión administrativa en los organismos ejecutores de proyectos, a los efectos de una ejecución más dinámica de las obras públicas. Además, garantizar la provisión de insumos básicos como cemento, varillas, ladrillos, asfalto, etc., y la disponibilidad de la mano de obra requerida para obras de envergadura en forma simultánea.
Una coordinación de políticas más eficientes entre las diferentes instituciones que intervienen en los procesos de ejecución de las obras, tales como el MOPC, Hacienda y la Dirección de Contrataciones Públicas (DNCP), será igualmente determinante, advirtió Rojas.
El Gobierno ve también necesarios el restablecimiento del equilibrio fiscal, la consolidación de la estabilidad de precios, una mayor inversión social y productiva, deuda pública sostenible, reestructuración y desburocratización de la gestión pública, incentivos orientados al mercado e impulsar y asegurar el financiamiento en inversiones que generen empleo y fomenten las pymes, concluyó.