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FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Los mapas de cada municipio son zonificados y se identifican los lugares de mayor vulnerabilidad para dar respuestas efectivas y localizadas de acuerdo a las necesidades. Tienen una ficha técnica que detalla la amenaza, impacto y su vulnerabilidad -graduada en alta, media o baja- para ser aprovechadas por la gestión de municipalidades y las gobernaciones de Boquerón y Presidente Hayes.
El objetivo es planificar acciones para mitigar las emergencias ambientales generadas por el cambio climático.
En el mapa que corresponde al municipio de Filadelfia aparecen zonas con comunidades vulnerables ante sequías extensas o precipitaciones extraordinarias, así como escorrentías por precipitaciones excesivas.
En el de Tte. Irala Fernández figuran sectores de riesgo de inundaciones por precipitaciones o desbordes del río Pilcomayo. Al mismo tiempo potenciales áreas de sequías extremas por falta de ingreso de aguas del Pilcomayo. También cuenta con extensas franjas de riesgo por incendios.
En cuanto al distrito de Mariscal Estigarribia, en el mapa se observan potencial riesgo de extremas sequías en zona limítrofe con Bolivia, algunas franjas de inundaciones por desbordes del río Pilcomayo y una larga faja de potenciales sequías por desvíos de aguas en la cuenca del Pilcomayo.
Puerto Pinasco se debate entre grandes zonas con riesgo de inundaciones y algunas más pequeñas de sequía y salinización.
Los eventos de riesgos cartografiados son los más recurrentes con sus impactos sobre un centenar de comunidades y barrios en los cuatro municipios. Figuran anegamientos de rutas, inundaciones de zonas productivas y habitadas, pérdidas de bienes materiales y familiares, disminución de la seguridad alimentaria, alteraciones en la salud humana, migraciones temporarias, incendios forestales, entre otros.
Los mapas, actualizados hasta octubre 2017, son resultado de un trabajo interinstitucional y apuntan a una alianza trinacional público privada en el Gran Chaco, que contribuye a la capacidad adaptativa y a una mayor resiliencia, sobre todo de los pequeños productores del Chaco, el sector más vulnerable ante adversidades climáticas. El plan Gran Chaco Proadapt es realizado por la Fundación Avina y otras ONG con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Nórdico de Desarrollo (FND).