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Esta población en edad laboral tiene una ventaja muy grande respecto a otras generaciones: la población dependiente es cada vez menor, explicó la especialista mexicana María Elena de Zúñiga, quien se encuentra de visita en Asunción para presentar este mediodía, en el hotel Guaraní, un informe sobre el “Estado de la Población Mundial 2015”.
Si se miran las épocas de alta fecundidad de América Latina, cuando el promedio era de siete hijos por mujer, se hablaba de que la relación entre dependiente y trabajador era de 1 a 1, es decir, por cada persona empleada había otra que dependía de ese trabajador. Con el proceso del descenso de la fecundidad, esta relación ha mejorado porque se nota más personas en edad de trabajar y menos en edades dependientes, dijo la experta.
En ese sentido, Paraguay tiene actualmente un índice de dependencia demográfica de 66,4. Dicho de otra forma, por cada diez trabajadores se tiene seis dependientes. Esta relación continuará disminuyendo porque por cada diez trabajadores se podrá bajar hasta cinco dependientes, inclusive, agregó.
Capacidad de ahorro
Además, esta generación de personas en edad de trabajar tendrá más capacidad de ahorro –si cuenta con un trabajo decente– porque invertirá menos en dependientes. Se está hablando de una población muy amplia en capacidad de trabajo que requerirá de inversiones fuertes en la juventud, porque necesitará de capacitación, educación, salud, etc.
La creación de alrededor de 2.000.000 de fuentes nuevas de empleo generará sin dudas una presión de grandes dimensiones sobre la economía. El país deberá enfocarse en hacer inversiones en capital humano para que esta juventud transite hacia la vida adulta con mayor equidad, con menor violencia y con una mayor postergación de la edad de inicio de la maternidad. Solo así esta población que ingresará a la etapa laboral tendrá una mayor capacidad para alcanzar un ingreso competitivo en un mercado laboral cada vez más complejo y exigente. Este cambio exigirá de políticas públicas específicas dirigidas a la formación de capital humano, advirtió también Zúñiga.