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La situación actual descripta por el director paraguayo de la EBY, Ing. Ángel María Recalde, es que la deuda aumenta casi en US$ 1.000 millones cada año, por lo que urge llevarla a un estadio que permita controlarla y principalmente pagarla. Sin embargo, este argumento fue el mismo esgrimido hace diez años cuando se había planteado como solución el denominado Preacuerdo técnico que fue retirado del Congreso para evitar su rechazo en 2006.
Al respecto, el Ing. Orlando Valdés, presidente de la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo (Aisep), explicó que la deuda aumenta sobre todo porque no se compensa correctamente con los montos generados por la venta de la energía en la Argentina.
En ese sentido, recordó que los montos de facturación anual de Yacyretá son del orden de los US$ 900.000.000, pero existe una total falta de información sobre el destino de estos recursos que corresponden a la EBY. “Las compensaciones que se hacen o se hicieron deben ser de dominio público”, señaló Valdés, y agregó que en ningún lugar figura lo que la contraparte de la ANDE, en este caso Emprendimientos Binacionales Sociedad Anónima (Ebisa), debe a Yacyretá.
“Las cuentas de Ebisa con Yacyretá deben ser clarificadas y también se debería aclarar cuánto paga la empresa argentina por la energía retirada. Cuánto ya retiró, cuanto ya pagó, cuánto debe y desde cuándo”, enfatizó el especialista.
Hasta la fecha, que se tenga conocimiento, no existe un informe binacional donde esté registrado a cuánto el kilowatt hora fue reconocido por la Argentina la energía producida por Yacyretá y vendida en su mercado eléctrico. Mucho menos se saben los intereses y reajustes por no pagar en tiempo y forma por el retiro de dicha energía. Para Valdés, esto demuestra que los gerentes de la margen derecha menosprecian a la población paraguaya, a juzgar por sus actuaciones, por las que “en cualquier país serio ya estarían presos”.
Por su parte, el ingeniero Axel Benítez Ayala, técnico del sector eléctrico, lamentó que, pese a haber transcurrido ya una década, nada ha cambiado en la EBY y hasta ahora se mantiene la misma agenda con las actuales autoridades. “Si son los mismos argumentos del 2006 y pasó casi una década y nada ha cambiado, ¿por qué deberíamos apurarnos? Si Argentina sigue llevando hoy el 88% de la producción, inundando más del 80% de territorio paraguayo”, señaló Benítez, quien insistió en que el problema del país vecino no es la deuda, sino la energía que necesita.