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El mercado de tarjetas está en el centro de atención de las operadoras, ya que en estos días saltó a la luz la intención del BNF de desprenderse de la participación que tiene en la procesadora Bepsa. El banco estatal es el principal accionista de dicha compañía con cerca del 32% del paquete accionario, pero el grupo Scavone tiene mayoría de votos y mayor peso en las decisiones.
Si bien el hecho de que un socio quiera desprenderse de sus acciones es una operativa totalmente normal, hay un temor por parte del otro grupo de accionistas de que el negocio quede en manos de una sola empresa que actualmente lidera el mercado (Bancard, grupo de bancos) de las dos que están compitiendo en este rubro.
Esto en razón de que el otro integrante de la sociedad con el 30% de acciones en Bepsa es la procesadora Procard (entidad adquirida por Bancard en 2012) y, por tanto, también fue privilegiada en su razón de propietario para presentar interés de compra al BNF.
Si Procard, que es Bancard en la práctica, accede a comprar el paquete de BNF, se acabaría la competencia y no se les dará a los comercios y el público en general una segunda opción para elegir productos o servicios que más les convengan, advirtió Francesco Scavone, gerente comercial de Bepsa.
El ejecutivo confirmó el interés que tienen los propietarios originarios (grupo Scavone) de adquirir el paquete accionario del Fomento, intención que lo han materializado enviando la solicitud correspondiente al banco, en el plazo establecido que venció ayer, según detalló el gerente.
Por su parte, directivos de la firma Bancard indicaron ayer en un comunicado que la firma no compró ni recibió oferta alguna para la compra de las acciones de Bepsa pertenecientes al Banco Nacional de Fomento (BNF).
Marcas internacionales
Como la procesadora Bepsa no tiene licencia para operar con marcas internacionales (Visa o MasterCard), se alió con Procard en una estrategia comercial que se concretó en la sociedad. Más tarde, en el 2012, Bancard adquiere más del 80% de las acciones de Procard y liderando así la licencia de las marcas internacionales.
Desde entonces Bepsa ha instalado una lucha insistente para conseguir la licencia directa con las marcas internacionales, a fin de ofrecer mejores opciones a los clientes, pero sin respuesta hasta la fecha, detalló Scavone. A esto se suma el pedido de los comercios de una segunda opción en materia de los costos del servicio.
El parque de tarjetas de Bepsa se compone de unas 450.000 unidades de débito (la mayor parte para cobro de salario del sector público), 40.000 tarjetas de crédito y unas 40.000 tarjetas prepago de Tigo Money.