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Cuando le advertimos sobre los cuestionamientos que pesan sobre ella, por su responsabilidad directa en las dudosas licitaciones de la entidad, y por haber sido la mano derecha del hoy saliente titular de la entidad, respondió que no encontró otra persona para el cargo, y alegó en todo momento que la designación es interina.
Cuando se le insistió que si el Presidente de la República tenía la intención de sanear realmente la institución no debería ni siquiera transitoriamente hacer este tipo de nombramiento, porque de lo contrario sería más de lo mismo, comentó “que todo fue muy rápido y teníamos que presentar un nombre. Tenía que salir hoy ya este tema (por ayer). Además, Catherine tiene firma (para los trámites en los bancos) por lo cual facilitaría las cuestiones administrativas”.
Cañete defendió en todo momento a Vargas, expresando que a ella la marginaron de las licitaciones de gas, aludiendo que el saliente titular de la petrolera, Rómulo Campos, “creó su propio grupo”. “Ella no participó en ninguno de estos procesos, le dejaron fuera de estas licitaciones. No participó, cuando normalmente solía participar...”, expresó.
Añadió que puede estar “equivocado con las personas”, pero aseguró que en el tema de la compra de garrafas no estuvo involucrada. Cañete se jacta de trabajar hace 25 años con el presidente Cartes. Llamativamente no tiene ningún salario de Petropar, sin embargo posee más poder incluso que el principal administrador de la entidad.