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Desde un principio, cuando Paraguay planteó la revisión de las condiciones económicas y financieras establecidas en el Anexo C del Tratado, hubo dos frentes bien definidos dentro del actual gobierno. Uno que se muestra más favorable a ceder ante las pretensiones argentinas es el grupo político del Sur, cuyo referente principal es el vicepresidente Juan Afara, quien fue miembro del Consejo de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que tiene como aliado a Juan Schmalko, director de la binacional.
El otro, el encabezado por el Jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Carlos López Moreira, quien trabajó desde un principio con el equipo técnico conformado por especialistas de la Cancillería, Hacienda, el BCP y la ANDE.
De este modo se conformaron dos grupos de trabajo para presentar una propuesta de solución de los problemas de la EBY al cumplirse 40 años de vigencia del Anexo C. En ese sentido, prevaleció hasta ahora el criterio de los técnicos que trabajaron durante nueve meses sobre las propuestas que fueron elevadas a Argentina, aunque todavía sin los resultados esperados. Ante esta situación se evidencia una disparidad de criterios entre los representantes paraguayos en la mesa de negociaciones, pues los actuales representantes nacionales en la EBY estarían dispuestos a ceder ante la intención argentina y acordar ya la realización de las obras, sin esperar que se clarifiquen las cuentas. El criterio que manejan es que, de todos modos, estas obras también serán requeridas en su momento por nuestro país debido al crecimiento anual de la demanda.
Incluso, la decisión de haber terminado las reuniones antes de lo previsto pudo deberse a la falta de una posición única en este punto.
Al respecto, el Ing. Axel Benítez, especialista del sector, sostiene que se evidencian errores estratégicos tras la reunión de Buenos Aires, ya que prevaleció la agenda argentina sobre la paraguaya.
“Si no entendemos que la crisis argentina es nuestro mejor escenario de negociación y mientras la estrategia paraguaya solo busque “clarificar las cuentas”, pero sin acciones, no se va a avanzar, ya que la ANDE este 2014 retiró un 14% menos de energía de la EBY respecto al 2013”, explicó. Benítez afirma que así como está planteada, la propuesta paraguaya no causa daño alguno. “La Argentina mantiene el statu quo, no afloja con los dólares que no tiene en los desembolsos y la posición paraguaya se cae por sí sola”, concluyó el especialista.