Lo paradójico del caso es que, en enero pasado, se logró solucionar un conflicto que duró 34 años.
El Indert y la empresa propietaria Cardenales SA firmaron un acuerdo que permitió asegurar 1.100 hectáreas de tierra para los campesinos. La firma entregó la tierra a cambio de 1 guaraní por hectárea.
Ahora, los dirigentes campesinos reclaman 1.500 hectáreas; Crescensio Pavón y Mariano Silva lideran el sector más radicalizado del grupo.
Las 1.100 hectáreas que se vendieron a 1 guaraní implican solucionar un conflicto en favor de 120 familias campesinas.
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En la medida en que se extienda la incertidumbre, estas 120 familias no podrán acceder a los títulos de propiedad.
Lo grave del caso es que la intransigencia campesina tiene como finalidad aumentar la cantidad de tierras a distribuir entre los mismos dirigentes.
Al llegar el mes de enero comenzarán los problemas y enfrentamientos en María Auxiliadora porque se querrá comenzar la siembra sin que el Indert ratifique el acuerdo firmado para recibir la tierra a 1 guaraní.