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En su finca tiene un total de seis hectáreas de mandioca de la variedad conocida como Sa’yju (amarilla). Aseguró que el gasto para preparar el suelo está al alcance, y después hay que poner el esfuerzo necesario para iniciar la plantación y, más aún, para la cosecha, cuando llega el tiempo. “Se gasta poco, pero el secreto es mantener limpia la zona dónde están las ramas (plantas). Por supuesto que la calidad de la tierra hace que todo sea más fácil”, sostuvo al contar su experiencia.
Mencionó que en abril último inició la plantación, y en ocho meses ya podrá realizar la cosecha. “Creo que para el 8 de diciembre ya tendremos que quitar la primera partida de mandioca”, señaló, muy esperanzado.
Mercados y precios
Los mercados para los que más vende son los de las ciudades de Concepción y Vallemí, y la venta la realiza en su propio inmueble. Señaló que su meta es adquirir un vehículo adecuado para transportar él mismo su producción hasta la capital departamental, donde el precio es mejor.
Figueredo comentó que, gracias a los ingresos que le deja la venta de mandioca, desde hace varios años puede tener un buen pasar junto con su familia.
“Solemos iniciar la venta entre 1.200 y 1.500 guaraníes por kilo, y eso generalmente va en aumento. La mandioca es tradicional en nuestra agricultura campesina, pero no es común que un agricultor tenga varias hectáreas, y menos que se dedique con exclusividad al rubro”, dijo.