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Manifestó que varias empresas procesadoras de madera están volviendo a operar. “La reactivación forestal podría impulsar crecimiento para el 2016 y las buenas perspectivas se reflejan en que aserraderos que habían dejado de trabajar se están reactivando nuevamente y que las industrias de chapas, de trabajar a medio tiempo, actualmente están aumentando su producción gracias a la reforestación existente”, indicó.
Comentó que las industrias madereras se están adecuando al uso de árboles de rápido crecimiento; y destacó que paralelamente se están instalando nuevos viveros forestales, al igual que empresas dedicadas a la plantación de árboles.
Altieri destacó que hay signos positivos que muestran en valores reales que el sector de la industria forestal de Paraguay presenta una dinámica alentadora.
En cuanto al consumo de la materia prima, recordó que la matriz energética nacional todavía está compuesta en un 42% por el uso de biomasa (leña o carbón) en silos, industrias cerámicas y siderúrgicas, así como en fábricas de alimentos.
“Si la producción de biomasa no alcanza a cubrir estas necesidades, obligaría a consumir energía de mayor valor y podría modificar los costos de producción nacionales poniendo en riesgo la competitividad”, advirtió.
El presidente de Fepama añadió que el panorama forestal es claro y alentador porque Paraguay tiene todas las condiciones para crecer. Las necesidades están, no es necesario crearlas; los mercados existen y están ávidos de productos forestales, solo hace falta tomar las decisiones correctas, generar las condiciones públicas para hacerlo y alentar al sector privado, dijo el empresario.
Seguridad física y jurídica
También manifestó Altieri un aspecto fundamental para atraer inversión al Paraguay que aún falta, y es el de la seguridad, tanto física como jurídica.
“Necesitamos que se consoliden las garantías jurídicas con un Poder Judicial creíble y confiable y que se consoliden las de seguridad física, con una mayor profesionalización de las fuerzas del Estado”, manifestó el dirigente gremial.
Cabe recordar que, según un informe de la organización ambientalista WWF sobre deforestación, en los últimos 10 años se han aniquilado 231.882 hectáreas de bosques en los departamentos que hacen al Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAP); asimismo, en el Chaco la tala ilegal tampoco se detiene.