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Aniversario de la ANR
Nos sorprende este aniversario en un momento francamente sui géneris. ¿Por qué? porque, por un lado volvimos al poder en abril de 2013. Pero no mandamos. A ver: las bases, es decir, el pueblo colorado raso, junto con sus dirigentes, seccionaleros, se han roto el lomo, han luchado, han trabajado, han madrugado, han trasnochado, se han sacrificado para conseguir que más 1.100.000 ciudadanos vayan a votar por Horacio Cartes. Pero, qué pasa con ello, no han conseguido nada. Los liberales dejaron el poder: la administración pública con las arcas vacías, producto del más rampante voraz y feroz latrocinio de todos los tiempos, y siguen siendo premiados de parte del gobierno, por el que ellos no han trabajado, ni muchos menos han votado. Ver caso de IPS, Petropar, M. del Interior, MOPC, M. de la Mujer, etc. Estamos sin auditorías, sin denuncias, sin pedido de devolución del dinero sustraído y sin ningún procesado, pese a las palmarias evidencias.
Sin embargo, los funcionarios colorados siguen deambulando por los pasillos o perseguidos, en algunos casos por sus propios correligionarios. No obstante, las promesas campañeras en sentido contrario.
Esperemos llegar a ver que el nuevo rumbo rectifique su rumbo. En cuanto al aniversario del Partido Colorado, rendimos en este día un caluroso y afectuoso homenaje a todos los grandes hombres que pasaron por sus filas en la persona de su fundador, el general Bernardino Caballero, héroe de mil batallas, en la Guerra de la Triple Alianza, así como pro-hombre cívicamente hablando. Autor del Manifiesto del 11 de setiembre de 1887, donde quedaron y siguen plasmados los grandes principios, fines y doctrina matriz del Partido Colorado.
Hoy, saludos a todos mis compatriotas y correligionarios y les felicito por haber optado por el Partido Colorado para canalizar sus afectos político-partidarios
¡Viva el Partido Colorado!
César Gabino Pintos
Combate a la pobreza
Todos nuestros políticos prometen combatir la pobreza, pero ninguno de ellos explica el plan, el método o las medidas para hacerlo.
Nuestro mundo capitalista actual está sumergido en una crisis económica cíclica, impía y cruel. La miseria generalizada genera colas de desocupados, desesperados, que buscan trabajo, para solventar sus necesidades cotidianas, en Buenos Aires, San Pablo, Madrid, Nueva York, Tokio, etc., en todos los rincones del mundo capitalista. Todos saben, ya que la única forma de terminar con las crisis es transformar la propiedad de los bienes de producción en propiedad de todo el pueblo; y así, aplicar una real y posible planificación central de la producción.
Sin embargo, la alta burguesía dominante se empeña en buscar en las universidades una receta imposible para terminar con las crisis, pero respetando los principios de la economía capitalista. Varias veces se ha anunciado triunfalmente que una nueva escuela económica, surgida de los laboratorios de los altos estudios científicos, lo han conseguido finalmente.
Pero la ciega realidad que nos rodea lo desmiente una y otra vez. Ahora surgen dos enfoques.
Nuestro nuevo Gobierno ofrece a la inversión extranjera (de no muy feliz memoria en nuestro país) impuestos bajos, mano de obra barata (significa salarios míseros) y abundante (significa muchos desocupados). Ofrece también un sistema impositivo que soporte todo el pueblo por igual, por ejemplo, el IVA, que pagan todos los habitantes en forma igualitaria, lo cual no es justo, porque la tendencia moderna de nuestra civilización actual exige que los impuestos no sean proporcionales, sino progresivos. Es decir, que los que tienen más paguen más por unidad de consumo. Por ejemplo, que el impuesto inmobiliario de los latifundios sea más alto por hectárea que el de los pequeños agricultores. Cartes, como latifundista que es, no piensa ni habla de aplicar un impuesto inmobiliario progresivo. El Paraguay tiene el impuesto inmobiliario más bajo de América y quizá del mundo.
Las clases obrera y campesina, apoyadas por los demás trabajadores, luchan, o debieran luchar, por un sistema económico más humano y racional, que cargue el peso para aliviar las dramáticas consecuencias de la crisis sobre las espaldas de la clase dominante que nunca se va a conformar con sus lujos y siempre quiere más y más.
Son dos tendencias, dentro del sistema capitalista, que jamás lograrán terminar las crisis, que eventualmente podría terminar provisoriamente hasta la próxima hecatombe o crisis cíclica que alguna podría ser un nuevo holocausto.
Manuel Vargas Talavera
Encubrimiento
No encuentro un término más adecuado que el del título para la maniobra que le permite a delincuentes confesos, mediante la simple acción de resguardar su imagen ocultando sus facciones, cubriéndose con ropas, buscando evitar que se les identifique.
Permanentemente escucho de las personas críticas sobre esa conducta, de que las autoridades no realizan ni un gesto para impedir que personas que han cometido un delito, a veces grave, y que se han declarado culpables del hecho y que de esa manera se evita que los ciudadanos, incluso posibles testigos les identifiquen.
Creo que todos estamos dispuestos a hacer lo que corresponda para que este flagelo que afecta tanto nuestra imagen como nuestras vidas sea controlado y exponer a los delincuentes es una medida que debe ser implementada para mejorar la seguridad de las personas honestas que como dicen “cada día estamos más encerrados y los bandidos se pasean impunemente realizando sus fechorías por las calles”.
Juan Carlos Guimaraes