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Caja Bancaria (2)
El Presidente de la República promulgó el Decreto 2266/14, que en resumen dice en el Art. 1º: “Se autoriza al Ministerio de Hacienda la modificación en la estimación de los ingresos de la Caja Bancaria por el monto de G. 100.000 millones conforme al anexo que se adjunta” (Adquisición de inmueble).
El Art. 2º dice: “Se autoriza al Ministerio de Hacienda la ampliación de créditos presupuestarios y de las cuotas de ingresos y gastos del plan financiero aprobado por Decreto 1227/14 dentro del presupuesto de la caja bancaria por la suma de G. 100.000 millones” (conforme a los anexos que se adjunta).
El Art. 3º dice: “Se establece que las autoridades de la Caja Bancaria serán responsables por la inclusión en sus presupuestos de recursos y créditos, planes y programas que no guarden relación directa con los fines y objetivos previstos en la ley o su carta orgánica de conformidad a lo establecido en el Art. 7º de la Ley 1535/99 “de Administración Financiera del Estado”.
El Art. 7º de esa Ley en el inc. V dice: “En ningún caso los organismos y entidades del Estado incluirán en sus presupuestos recursos para desarrollar planes o programas que no guarden relación directa con sus fines y objetivos establecidos por la constitución, la ley o sus cartas orgánicas”. Esto está muy claro y contundente, pero el presidente de la Caja Bancaria, Ángel R. Chamorro O., con absoluta temeridad somete al M. de Hacienda dicha ampliación presupuestaria por G. 100.000 millones, y esta a su vez remite al Poder Ejecutivo para la promulgación del decreto correspondiente. El ministro de Hacienda, Germán Rojas, supongo que debe conocer lo que se establece en la Ley 1535/99, pero aparentemente “no tuvo en cuenta lo que manda el Art. 7 inc. V)”, porque las autoridades de la Caja Bancaria basaron esa ampliación para una inversión inmobiliaria, “que no guarda relación directa con sus fines y objetivos establecidos en la Ley 4773/12”. Es más, una inversión inmobiliaria está implícitamente prohibida en dicha ley. Por lo que el ministro de Hacienda no hubiese remitido ese pedido al Ejecutivo y exponerlo a firmar un decreto que está fuera de la ley. Y pienso que el Ejecutivo, para desligarse del asunto, en el Art. 3º le responsabiliza a los directores de la Caja de esta inclusión. Pero el Ejecutivo también actuó en forma errónea, debido a que no es correcto firmar un decreto donde se autoriza a los directores para cometer algo ilegal, y por otro lado les responsabiliza de las consecuencias. Para concluir: si se materializa esta inversión, la Caja correrá grave riesgo de liquidez y peligrarán los pagos de haberes jubilatorios, por esto responsabilizó al presidente de la República, Horacio Cartes; al ministro de Hacienda, Germán Rojas, y al presidente de Caja Bancaria, Ángel R. Chamorro O., de que la Caja Bancaria ingrese de nuevo en una caída libre al desastre.
Óscar Papaluca
¿Verde?
¿Es Asunción una ciudad verde? En toda la paleta de colores creo que sería más bien gris, negra, marrón oscuro... Las calles y avenidas principales están llenas de humo de los vehículos que van quemando aceite sin control alguno. Y nosotros mismos, los habitantes de la “ciudad verde” nos teñimos de una pátina de mugre y hollín pegajoso. Hagan la prueba.
Caminen unas cuadras por el centro y luego lávense las manos, y verán cómo sale en el agua roña negra, aunque no hayan tocado nada. Es porque vivimos en un ambiente contaminado, que de verde tiene apenas las aguas podridas de alguna cloaca que revienta en el asfaltado.
Cecilia Franco