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Adiós pederastas y protectores
¡Qué gran paso ha dado el papa Francisco al disponer la salida de Rogelio Livieres Plano del obispado! Es una clara señal que demuestra que ya no está dispuesto a tolerar a aquellos que se valen de sus posiciones en la jerarquía para abusar de menores de edad. Livieres dio protección a una persona acusada en varios países de “molestar” a varones menores de edad. Lo defendió de manera acérrima, por motivos inexplicables para los que conocemos solo una parte de la historia. También protegió a un cura que colaboró con la represión militar en Argentina.
Considero hasta menor el mal manejo de fondos y la cuestión de su extraño seminario exprés, porque me parece mucho más importante el hecho de proteger a personas investigadas por abuso a menores. Livieres, representante del Opus Dei, del ala conservadora e intransigente de la Iglesia Católica, fue obligado a dar un paso al costado, en nombre de la transparencia y la limpieza.
Es una medida que la mayoría de los católicos celebramos, porque sabemos que estamos ante una nueva era, en la que los delitos ya no pueden tolerados ni apañados. ¡Gracias Francisco!
Diego Villalba
Una luz al final del camino
Celebro que el Poder Legislativo haya decidido rectificar algo que se venía deteriorando. La conducta del Sr. Lugo ha defraudado a muchísima gente, que al elegirlo depositaron toda confianza en él. Aquellas personas que en un comienzo lo apoyaron, fueron desencantándose con su comportamiento personal inmoral (hijos no reconocidos con varias mujeres y con el plus de su supuesto voto de castidad) y sus ausencias o tibias acciones. Esto me conduce a pensar que actualmente ya no representa democráticamente a la mayoría.
Se ha pasado gran parte de su gobierno recorriendo el mundo, con lo que automáticamente ha descuidado sus funciones. Evidentemente estaba muy consciente de que esta oportunidad era única en su vida y por la que tenía que aprovecharla al máximo. Deseo que su enfermedad haya retrocedido definitivamente, porque si no, probablemente a partir de ahora los tratamientos médicos ya no serán tan privilegiados. Quizás tome conciencia de lo que prometió y no cumplió.
Si bien es cierto que muchos legisladores no tienen la autoridad moral de juzgar a otros que están en sus mismas condiciones, espero que esta específica acción sea un ejemplo que haga pensar a futuros presidentes, legisladores y representantes del Poder Judicial. Esta es una clara señal para aquellos acomodados, trasgresores, ineptos u oportunistas.
Internacionalmente estamos bastante desprestigiados en muchos aspectos y no considero la destitución del presidente una mancha más al tigre, sino que una esperanza de cambio. Evidentemente la posibilidad de perder los privilegios hace dar manotazos al ahogado. Aún así no pierdo la esperanza de que las “transadas o negociaciones” no prosperen con la excusa del apresuramiento y que la objetividad prevalezca. También espero que la destitución sea seguida de una ejemplar sanción o deslinde de responsabilidades que sirva de ejemplo para acciones futuras. Aquí incluyo al exministro del interior cuya responsabilidad no puede quedar subsanada con una simple destitución.
Helga Behage