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Desde afuera
Todos los días intento leer la prensa paraguaya, redes sociales, medios de comunicación y me suelo encontrar con noticias interesantes, inverosímiles, vergonzantes. Otras que generan ilusión, motivación y ganas de volver a empezar. Menciono todo lo anterior para llegar a mi interés por escribir sobre la reacción de la ciudadanía al respecto.
“Nosotros somos los responsables de nuestra realidad”, dijo Cartes. Gran verdad, al votar nos volvemos responsables de los resultados. Mi gran desafío es la juventud y así casi todos los días declaraciones convertidas en grandes titulares; que una vez vendidos se quedan en eso. Titulares.
¿Somos conscientes de que estamos hablando del presente y futuro de un país? Tal parece que no. Tenemos un sistema de educación mediocre, empobrecido, burlesco. Fondos regionales, gubernamentales, municipales utilizados de manera fraudulenta, nada transparente y sin ningún criterio ético y menos aún con sensibilidad social. ¡Estamos hablando de niños que en el mejor de los casos si tienen aulas carecen de electricidad, baño, material didáctico básico y tizas para su correcto aprendizaje! En esta era digital, la inmediatez de acceso a la información todos esos obstáculos deberían haber estado superados hace varias décadas.
Estoy absolutamente convencida de que si todos los paraguayos, los cerca de siete millones de personas que ostentamos la ciudadanía, nos plantásemos ante estos corruptos, ineptos, mediocres, podríamos cambiar de verdad el rumbo de nuestra historia. No hablo del nuevo rumbo famoso. Hablo de darnos cuenta de que este es nuestro país y que los gobernantes están a nuestro servicio y no para servirse de nosotros. No son más que gentuza de poco fuste y menor talento.
Marisa Rojas
Revisar mochilas
Ante lo que podemos llamar un incremento en la violencia entre estudiantes, dado por enfrentamientos entre colegios, alumnos que contratan otros jóvenes que portan armas de fuego y otras manifestaciones de agresiones entre estudiantes, no podemos dejar de insistir en la imperiosa necesidad de que las autoridades de las escuelas y colegios tomen medidas preventivas de situaciones que después haya que lamentar. Debemos ser conscientes de que el hecho de revisar lo que los alumnos llevan en sus carteras no lesiona ningún pretendido derecho individual, el que siempre estará por debajo de la seguridad de la mayoría. Una inspección realizada con discreción, por personas adiestradas y del sexo correspondiente es lo indicado para evitar futuros problemas que seguramente van a afectar profundamente tanto al que eventualmente sea víctima como al que pueda ser el causante.
Juan Carlos Guimaraes
Vivir a lo Luque
Quiero consultar si los integrantes del staff de conducción política y el nivel de producción de bienes y servicios para la comunidad de la Municipalidad de Luque tienen idea del problema que significa transitar por el Camino Viejo o Tape Tuyá de lunes a viernes, a toda hora.
No puedo creer que con todos los asesores, directoras y directores de áreas, jefes de planificación, coordinadoras y demás a quienes les pagamos el sueldo, día a día, mes a mes, no hayan podido prever una solución a las inmensas colas que se forman en el tránsito, la perdida de tiempo (y de dinero) que esto implica, la enorme contaminación por los gases de escape de los vehículos y el caos que todo esto ocasiona.
La construcción de la autopista Ñu Guasu empezó hace más de 3 años, tiempo suficiente para que se hagan las proyecciones y ajustes necesarios para canalizar el flujo de vehículos y personas que día a día debemos ir hasta Asunción (y volver de nuevo a Luque) y no tener que estar acordándonos de la inutilidad de toda la estructura de la Municipalidad, de sus funcionarios (especialmente de los responsables) y de sus madres.
Dicen que los habitantes de un lugar tenemos las autoridades que nos merecemos, pero sinceramente no creo merecer este castigo, ¿o esto es lo que significa vivir a lo Luque?
Rubén I. Candia Ruiz