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En una asamblea, el lunes, los fiscalizadores brasileños resolvieron retomar las protestas que comenzaron en julio del 2016 por mejores condiciones laborales para su categoría. En un comunicado emitido por el sindicato Sindifisco, se informa que la medida provisoria que habían negociado con el gobierno federal brasileño podría sufrir modificaciones.
Agrega que el plazo para que se trate el tema en el Congreso Nacional brasileño vence el próximo 2 de junio, pero la comisión mixta formada para estudiar los puntos en discusión todavía no se pronuncia.
El coordinador de Transporte de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Carlos Rendano, explicó que son unos 200 camiones con granos por día los que pasan desde Ciudad del Este para ser despachados en el puerto seco de Foz de Yguazú. Contó que el año pasado, la huelga generó millonarias pérdidas, pero en contrapartida la cotización del maíz, la soja y otros granos era óptima, lo que cubrió los sobrecostos.
“Ahora el problema es mucho más grave. Los precios están muy bajos, y si la huelga se prolonga como ocurrió el año pasado, posiblemente no haya manera de cerrar contratos de venta de los granos, porque la ganancia final no justificará pagar los sobrecostos. No sabemos cuáles serán las consecuencias de esta huelga”, indicó Rendano, añadiendo que la próxima semana se reunirán para ver estrategias ante este tema.