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El ejecutivo de la Asociación de Entidades Financieras del Paraguay (Adefi) considera que con la ley de tarjetas el país retrocedió unos 30 años y volvió a la época de la libreta de almacén, en contradicción total a las campañas de inclusión financiera que llevan adelante conjuntamente el sector privado y público.
Heisecke fue consultado por ABC Color respecto a los efectos en la economía de la ley de tarjetas que rige desde el 2015 y que impone un tope a la tasa de interés de las tarjetas de crédito (para marzo se fijó en 13,39%). Según él, un segmento importante de la población de bajos ingresos fue excluido del sistema formal y queda sin la posibilidad de acceder a las tarjetas, entre ellos los jóvenes que van ingresando al primer empleo “Es una pena porque estamos caminando hacia atrás, como el cangrejo. Antes estábamos en un proceso de inclusión financiera y ahora de exclusión”, puntualizó.
Sostuvo luego que esta exclusión lleva a la gente a terminar prácticamente en la usura. “Aparentemente es bueno tener tarjetas con tasas bajas, pero en la práctica lo que está pasando es que la gente de menores recursos no accede al servicio y los jóvenes con su primer empleo, que antes eran los primeros en ser abordados por las entidades, tampoco son sujetos de crédito en estas condiciones”, añadió.
En ese contexto, insistió en que la ley que pone un límite a la tasa de interés es inconsistente con la estrategia de inclusión financiera que impulsa el país, pero “la gente hoy mira otro lado porque los políticos están haciendo campaña”, alegó.
Heisecke señaló que el haberse establecido tope a la tasa de interés no solo redujo el nivel de tarjetas que estaban en circulación en el mercado, sino que frenó la emisión de nuevas, sobre todo en lo que respecta a las líneas de más bajos ingresos. El titular de Adefi indicó que en otros mercados se fijaron precio para alimentos, medicamentos, como sucede en Venezuela en donde por ley ahí todo es más barato, pero que se está desabasteciendo.
El empresario recordó que Adefi había planteado una modificación ante el Congreso y avanzó hasta cierto punto, pero después quedó en la nada porque en aquel momento las elecciones municipales estaban en el horizonte y ahora se tienen las elecciones generales en abril “y así se va postergando”.
En su momento, en el año 2015, cuando la ley de tarjetas se estaba tratando en el Congreso, los bancos y otros sectores ya habían advertido que el “topeo” podría dejar fuera hasta al 70% de la cartera de tarjetas con líneas de créditos inferiores a G. 5.000.000, ya que es un segmento con riesgo alto.
Su impacto en el mercado
Los datos al cierre del mes de diciembre del año pasado, del Banco Central del Paraguay (BCP), revelan que desde fines de 2015 la cantidad de tarjetas en circulación en el mercado cayó en más de 116.000 y las transacciones en más de G. 448.000 millones (US$ 82 millones), en lo que respecta al sector bancario. En el sector de entidades financieras, el número de plásticos solo el año pasado se redujo en más de 13.000 unidades y el monto de transacción G. 15.300 millones menos. La ley que establece el tope rige desde fines de setiembre de 2015. Para el mes de marzo se fijó la tasa en 13,39%.