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Anteriores cambios tributarios realizados por diversas razones demoraron cuatro a cinco años; entonces, pretender hacer complejas reformas en tres meses sería casi imposible, señaló ayer el consultor Elicetche. Fue durante la clausura del foro sobre “Reforma Fiscal” realizado ayer en el local de la Cámara de Comercio Paraguayo Americana (AmCham), donde expusieron el economista y exministro de Hacienda César Barreto y el abogado Federico Valinotti, del estudio BKM.
“Con 100 millones o con 1.000 millones de dólares adicionales en la recaudación no se garantizará precisamente mejor calificación en el PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), o que los techos de las escuelas no se caigan, salud pública para todos o terminar con las bandas criminales o erradicar el contrabando y la evasión”, manifestó Elicetche.
A su vez, Barreto indicó que las sucesivas reformas tributarias instrumentadas desde 2003, sumadas al crecimiento económico, incrementaron 6,3 veces los ingresos impositivos. Pero, la politización y el electoralismo trajeron como resultado subas de sueldos de funcionarios públicos, entre 45% y 96%, superando los niveles de todas las jerarquías en el sector privado.
Admitió que con la ley de responsabilidad fiscal se logró contener el gasto salarial, los gastos corrientes y el ritmo de endeudamiento; y con la ley de contrataciones se mejoró la transparencia de las compras públicas. “Se logró mantener la solvencia fiscal y aumentaron los ingresos, pero se sigue fallando en la asignación de estos recursos adicionales”, indicó Barreto.
El exministro propuso que paralelamente a la cuestión fiscal se trabaje en reformas legales para mejorar la racionalidad en el gasto público, como una nueva ley del funcionario público. Dicha norma deberá incluir la planificación de la dotación y el contrato por concurso público; igualmente, se requiere una política de compras estatales que busque ahorrar en las compras del Estado y la reforma del sistema de pensiones, dijo.
Valinotti, a su turno, enfatizó que si el Estado sigue gastando mal, el resultado será el mismo por más que se agreguen recursos con las recaudaciones.