“La moneda de cambio es la energía”

Las autoridades nacionales comprenden recién ahora que la única manera de “obligar” a la Argentina a negociar es aprovechando su crisis energética, señaló el Ing. Axel Benítez.

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“La estrategia sin un plan de acción coercitivo será inocuo y no se romperá el statu quo. Al parecer, recién ahora se dan cuenta de que lo estratégico está por encima de lo operativo y que la moneda de cambio es la propia energía de la EBY”, señaló el especialista.

Por su parte, el Ing. Ernesto Samaniego, se refirió al anuncio de que Argentina estaría dispuesta a reducir la deuda de US$ 18.000 millones que se quiere imputar a la EBY.

“Los argentinos van a minimizar la deuda porque les conviene, ya lo hicieron en el preacuerdo de 2006, el dilema es en qué forma se la va a pagar, no sea que ocurra algo parecido al “arreglo” de la deuda de Itaipú en 2007, que a medida que se pagaba la deuda crecía”, apuntó.

Advirtió además que si es que se utiliza como base el preacuerdo de 2006, lo más probable es que incluyan nuevamente la entrega de la mayor parte de la producción por 42 años, a un precio irrisorio como en 2006, lo cual no puede ser aceptado por Paraguay.

Samaniego agregó que lo importante en estas negociaciones es: primero, establecer una metodología de fijación de tarifas, de tal modo a que sea al menor precio posible, relacionándolo al mercado regional, que se formalice la comercialización y que se establezca un mecanismo de seguridad de cobro de las acreencias.

“Lo demás podría considerarse que es secundario o complementario”, señaló.

Sobre la necesidad de consumir más energía de la EBY, apuntó que este problema puede ser resuelto si verdaderamente ejercemos el derecho que nos corresponde sobre el 50% de la producción de la entidad, “lo cual dependerá exclusivamente de la competencia, honestidad e inteligencia de nuestros negociadores”.

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