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Zarratea indica en su fallo que no están dados los presupuestos para hacer lugar al amparo y cita varios puntos.
Primeramente, advierte que el defensor del pueblo adjunto, Édgar Villalba, fue el que presentó el amparo bajo el patrocinio de la abogada Rosa Vacchetta, pero este resultó desautorizado por su superior, el defensor del pueblo Manuel Páez Monges, quien contestó que la representación de Villalba “no era válida”, luego de que la ANDE reclamara su actuación.
Ante esta situación el magistrado aceptó la intervención de dos vecinos del barrio, Roberto Federico Gómez y Roberta Isabel López Vda. de Ibarra, para subsanar el error y evitar la cancelación de la personería.
Sin embargo, en su fallo consignó que la representación del vecindario no la ejercen estas dos personas, que impulsaron bajo nombre propio.
Sobre la procedencia del amparo, el fallo N° 219 de fecha 20 de octubre de 2016 indica que los amparistas no agotaron la vía administrativa. Esto es así porque actualmente hay un recurso de reconsideración en la Municipalidad de Asunción, pendiente de resolución, contra el permiso para obras.
Asimismo, refiere que el 1 de agosto pasado se realizó una presentación en la Secretaría del Medio Ambiente (Seam) para la cancelación de la declaración de impacto ambiental del proyecto, sin que tampoco a la fecha haya un pronunciamiento.
En otro punto, el juez especifica que los accionantes no demostraron la inminencia de una lesión jurídica grave y tampoco identificaron debidamente el derecho o la garantía constitucional o legal que se encuentra en peligro de ser violado por la obra que lleva adelante la demandada.
Sin embargo, el juez reconoció que la preocupación de los vecinos se justifica porque la manipulación de energía constituye una actividad peligrosa y el alto voltaje, según opiniones técnicas, crea un campo de contaminación nocivo para la salud humana, pero acota que la ANDE cuenta con el balance de impacto ambiental de la Seam y el correspondiente permiso municipal.
Barrio Molino
Vecinos del barrio Molino de Luque también presentaron ayer un amparo constitucional, bajo el patrocinio de la abogada Rosa Vacchetta, para intentar frenar las obras de otra subestación eléctrica que afectará a 4.000 personas. La construcción está al lado de una iglesia, a 50 metros de una escuela, en medio de viviendas, dos villas, clubes y hasta un centro de salud, explicó Nidia Rivarola, vecina accionante.
Acotó que el lugar tiene una sola calle principal que no podría aguantar camiones de gran porte. Actualmente la obra está en la parte de nivelación de suelos y se prevé cerrar una calle vecinal para completar 10.000 metros cuadrados.
“Hay resquebrajamiento”
La abogada Rosa Vaccheta, que patrocina la demanda de vecinos del barrio Molino, Luque, explicó que actualmente las viviendas están sufriendo el resquebrajamiento de paredes por la simple movida de tierra. “Estamos documentando porque ese es el inmediato perjuicio que causa la construcción. Estamos hablando de personas que son propietarias legalmente, a quienes les están burlando también los derechos constitucionales a la calidad de vida y medio ambiente”, dijo. Agregó que se está cerrando una calle que la Municipalidad de Luque reconoció y le puso nombre, y esto ahora es negado por el intendente Carlos Echeverría (ANR). Además, reclamó que fueron talados nada menos que 16 árboles.