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A criterio de Osvaldo Osnaghi, presidente de la Asociación de Criadores de Hereford, las lluvias e inundaciones que afectan cíclicamente a Itapúa, Ñeembucú y Misiones, zonas productoras, produjeron una creciente mortandad de terneros. Estima que como consecuencia de ese fenómeno hay 250.000 menos. También se refirió a la sequía que afectó principalmente a la zona oeste del Chaco, lo que incidió en que haya animales flacos, sobre todo vacas sin el estado corporal adecuado para poder preñar.
Mencionó también que ante la creciente demanda de ganado por parte de frigoríficos y poca oferta existente, se faenan vaquillas. “Prácticamente no hay reposición de vacas adultas para la cría y eso también es un problema”, expresó.
Consultado sobre si todos los bovinos son registrados a la hora de ser vacunados, cree que sí se registran. Sobre todo por las exigencias estrictas tanto del Senacsa como de la Asociación Rural del Paraguay. Sin el certificado de vacunación no se autorizan traslados y ventas de animales.
Por su parte, Juan Carlos Pettengill, presidente de la Cámara Paraguaya de Carnes, informó sobre los números de faenas que se registraron en los últimos tres años, cuyos detalles junto a otros datos de la ganadería paraguaya se exponen en el cuadro de al lado.
Respecto a la disminución del hato ganadero, dijo que incide la baja marcación en los últimos años y que aumenta la venta de vacas para la faena. Estima que en nuestro país existen aproximadamente 5 millones de vientres para preñez.
Preguntado sobre qué cree que está pasando, puesto que aumenta la faena de animales al igual que la exportación de carne, pero baja el hato ganadero, señaló: “Nos estamos faenando la cola. Estamos comiendo la cola”.