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Sucesivas notas fueron remitidas entre Petropar, Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) para obtener la “autorización” para eludir la normativa paraguaya que rige en nuestro país para la importación de garrafas.
Lo más grosero de todo es que el propio ente que debería velar por el fiel cumplimiento de las normas técnicas y especificaciones de los productos fue el que autorizó, junto al MIC, que Petropar continúe con el negociado de las garrafas, que estuvo a punto de concretar, de no haber trascendido el caso a la opinión pública.
La actual titular interina de Petropar, Catherine Vargas, quien en principio dijo “que no tuvo participación” en el negociado de las garrafas, y que con estas notas se descalifican sus dichos, solicitó al MIC dejar de lado las normas técnicas paraguayas sobre las garrafas y utilizar en forma irregular “las preparadas por funcionarios de Petropar”, que no tienen atribución para ello, y que además se tratan de las especificaciones de los productos que la oferente presentaría luego en la licitación de la compra sobrefacturada.
La respuesta cómplice del INTN, a través de su director titular, Éver Cabrera Herebia, fue que las normas presentadas por Petropar “no son incompatibles” , lo que no quiere decir que cumpla con las normas paraguayas. El INTN añade “que haciendo una revisión de las especificaciones bolivianas, argentinas y brasileñas para la adquisición de garrafas no hay incompatibilidad”, cuando debió hacer cumplir a Petropar las normas paraguayas, como lo hace para cualquier otro importador de garrafas. Además, esto es función del INTN y no de Petropar. Con este criterio cualquier importador presentaría sus propias especificaciones, sin cumplir con la ley. A esto se agrega que si la normativa vigente es obsoleta, Petropar debió haber solicitado su revisión ante el órgano competente, el comité de garrafas, y sin embargo no lo hizo, en la reunión que mantuvieron en diciembre último.