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Uno de los locales intervenidos fue la aguatería ubicada en el barrio Maka’i, que según los datos proveídos por la ANDE, es reincidente e incluso acumula una deuda de G. 184.000.000 con el Estado por cobro judicial.
La aguatera ya había sido intervenida con anterioridad y cuenta con una causa abierta en la fiscalía.
En otro local comercial, donde funciona una bodega, se constató una conexión irregular con “derivación antes del medidor”, que es una modalidad con la que se realiza el hurto de energía eléctrica y que consiste en colocar un cable derivado de la línea antes del medidor, que de esta forma no registra la totalidad del consumo existente.
Se estima que las conexiones ilegales representan una pérdida anual de US$ 60 millones para la ANDE, lo que significa un 9% de lo que recauda la estatal. Las tareas de ayer estuvieron a cargo de la Gerencia Comercial y la Dirección de Gestión Regional.