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La primera convocatoria es para la construcción de la obra civil de la nueva central, mientras que la apertura de las propuestas para el equipamiento fue aplazada hasta junio de este año. La obra ubicada en territorio paraguayo, que se licita en Bs. As. no figura en el anexo B del Tratado y no fue aprobado por el parlamento
La historia de la hidroeléctrica del brazo Aña Cua se inició en 1999. En 2005 la empresa Argentina IMPSA (Industria Metalúrgica Pescarmona SA), intentó forzar una licitación para instalar tres turbinas del tipo Kaplan, de eje vertical de 103 MW/h c/u, en el marco de iniciativa privada, figura jurídica que entonces no contemplaba aún la legislación paraguaya.
“Traje a medida”
Oferentes, que solicitaron el anonimato, advierten que el pliego de licitación exige que la empresa precalificada con el orden de mérito Nº 1 deberá presentar un modelo de turbina Kaplan a escala, para que sea sometido a ensayos especiales en laboratorio ante el ente certificante de Yacyretá, según la Parte 8 del documento, y que el “oferente” que cumpla con este requisito será el adjudicatario.
Al respecto subrayan que no existe antecedentes de exigencias de este tipo en obras similares, y la tildan de “cláusula excluyente”, teniendo en cuenta que el costo de un modelo a escala ronda los U$S 750.000, y que además, solo dispondrán de 12 a 30 días para cumplir con este requisito, y dado el historial de esta obra, IMPSA sería la única empresa que cuente con un modelo de turbina.
Por la parte paraguaya, se rumorea que la empresa que podría participar como asociada a IMPSA sería Talavera y Ortellado, dado las consultas a proveedores locales para elaborar el análisis de los precios, pero a último momento habría aparecido la empresa Ocho A S.A del Ing. Luis A. Pettengill, “mimada” de los contratos viales.
Transgresiones e incongruencias
En principio vale señalar que la construcción de una nueva central, en este caso en el brazo Aña Cua del río Paraná, no está contemplado en el Anexo B (que se refiere a las obras) del tratado, y pese a que en principio nuestro país condicionaba la ejecución de esta obra al previo saneamiento de la deuda que el Tesoro argentino imputa a Yacyretá, el Acta de entendimiento firmado por el presidente Cartes y el mandatario argentino Mauricio Macri en mayo de 2017, dio luz verde al proyecto, y los temas pendientes como la deuda del Ente con Paraguay, las tarifas, la compensación por territorio paraguayo inundado, según los entendidos no resultaron muy favorables para nuestro País.
Como el acta modifica el Tratado, en septiembre de 2017 se transformó en nota reversal para ser aprobado por los Legislativos de ambos países y, pese que hasta la fecha no se cumplió con este trámite fundamental, la licitación sigue adelante.
Al respecto, cabe señalar que Mario Abdo Benítez, una conferencia que dictó en la Cámara de la Construcción el lunes 12 de marzo, sostenía que se opondría a la obra si no pasaba antes por el Congreso y si no se revisaban los acuerdos.
Situación de la empresa
Acerca del holding argentino que podría “desembarcar” en nuestro País, el 07/10/17, el diario iProfesional de Bs. As., publicaba con el título “Un peso pesado, en venta: Pescarmona reduce 65% la deuda de IMPSA y busca comprador para su holding”.
IMPSA, fundada en la Provincia de Mendoza en 1907, bajo el nombre de Talleres Metalúrgicos Enrique Epaminondas Pescarmona, el holding había entrado en default en septiembre de 2014, tras incumplir con el pago de US$ 20 millones de intereses de una serie de obligaciones negociables (ON) que vencían en 2020.
A partir de su default, el directorio de la compañía y el propio Enrique Pescarmona, diseñaron una estrategia para permitir la supervivencia de las operaciones de la empresa y alcanzar un acuerdo de pago con sus acreedores, en su mayoría bancos o inversores de los mercados de capitales.
El plan de refinanciación planteaba bajar la deuda a US$ 420 millones y, si bien cede el 65% del capital accionario y el control operativo a sus acreedores, también contempla la venta de la compañía a inversores locales o extranjeros.
Según la publicación, con la homologación por parte de la justicia de la propuesta de reestructuración de una deuda de US$ 1.200 millones ya concretada, el directorio de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) está a punto de iniciar el proceso de venta de la compañía.
A lo transcripto habría que agregar otra publicación, en este caso del diario La Capital de Bs. As, en la que informaba que Pescarmona entró en default por crisis en sus negocios externos y que uno de los holdings más poderosos del país posterga pagos a sus acreedores, por problemas en Brasil y Venezuela. Otra fuente menciona que en Brasil cayó en cesación de pagos en septiembre de 2014 al no poder afrontar el vencimiento de un bono por U$S 42 millones y US$ 23 millones, y habría acordado la venta de participaciones en cinco parques eólicos en Brasil, al desarrollador local Grupo Salus, como un paso previo para reestructurar su deuda.
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