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En cuanto a los comercios incorporados al sistema de MiniPOS (para pagos con tarjeta de débito y crédito), principalmente comercios no tradicionales como peluquerías de barrios, viveros, agencias de viajes, gimnasios y servicios de delivery, accedieron a planes accesibles y adecuados a sus necesidades, lo que constituye un logro para este segmento que en mayor porcentaje se maneja dentro de la informalidad, señaló Pérez.
Otro ejemplo de innovación e inclusión financiera mediante redes de pagos fue el caso de Tava’i, municipio del departamento de Caazapá, en donde 4.000 personas fueron beneficiadas y bancarizadas para recibir la ayuda social del Programa Tekoporã a través de las tarjetas magnéticas. Con este sistema, los beneficiarios accedieron a servicios de pagos electrónicos que mejoraron su calidad de vida e hicieron que el efectivo que ingresaba a Tava’i quede en la comunidad. Por su parte, Adriana Insaurralde, de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), destacó que la educación financiera es fundamental y más si se ve acompañada de la inclusión de medios de pago con los que no contaban los comercios.