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Las industrias cerámicas de nuestro país está arrastrando desde el 2013 hasta la actualidad una situación de crisis, pues se encuentran operando entre el 50% y 70% de la capacidad de producción, según explicó en una entrevista, Ricardo Maluff, presidente del CPIC. Este gremio financió un estudio estadístico sobre el rubro y los resultados reafirmaron los datos que los ceramistas ya venían percibiendo: una baja demanda ante la alta oferta.
La industria de este sector, que produce unas 187.745 toneladas por mes, está compuesta de unas 329 cerámicas y 2.265 olerías y mayormente son de Tobatí.
Según los datos, el 95% de la población de dicha ciudad vive de la cerámica y la olería. “Todas estas industrias emplean a aproximadamente 12.000 trabajadores en forma directa”, apuntó Maluff. Añadió que, por otro lado, también trabajan para el sector unos 500 fleteros de materias primas e insumos en esa ciudad.
El estudio de la CPIC indica que las cifras sobre generación de empleo a partir del trabajo del rubro se duplican fácilmente si se considera toda la cadena de producción y distribución.
Pero pese a su gran impacto en la economía, desde el Gobierno no promocionaron esta industria, sino al contrario. El titular del gremio indicó que si bien la circunstancia adversa se debe a varios factores, uno de los principales es que el sector cerámico invirtió de cara al ritmo de crecimiento que se presentó hasta el 2013, creyendo que en este Gobierno seguiría el crecimiento, pero lo que se ve es que en los últimos años la actividad se estancó e incluso retrocedió, según puntualizó.
También indicó que en general, en los últimos 25 años, la industria de la construcción así como la industria en general crecieron menos con relación a los demás sectores económicos. “La proliferación del uso de los materiales prefabricados importados para construcciones de viviendas públicas y privadas empeora la situación económica general”, comentó.
Según el análisis del gremio, se observan algunos indicadores económicos que demuestran que la economía está en desaceleración, por el aumento del desempleo y la pobreza extrema, así como el menor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Mucha importación
El presidente del gremio cerámico admitió que históricamente se han importado materiales de construcción en Paraguay. Pero la diferencia es que actualmente, el volumen es muy grande. Los datos a los que accedió el CPIC indican que en 2016 se compraron del exterior productos de construcción por valor de unos US$ 40 millones, además de otros US$ 2 millones más en chapas. Aclaró que de este último producto no se desglosa qué porcentaje corresponde a chapas utilizadas en construcciones civiles.
Igualmente, especificó que dicho monto no incluye la importación de materias primas para productos prefabricados, mallas, zincadas, polistireno y otros.
En cuanto a los productos de construcción de alta gama importados, tales como tejas cerámicas esmaltadas, aseveró que son utilizadas exclusivamente en obras privadas y no sustituyen a la teja cerámica tradicional en viviendas sociales o de grupos socioeconómicos medios y bajos. “Lo que sustituye las tejas cerámicas son las chapas, cuyo impacto es difícil de cuantificar, pues no se ha obtenido estadística desglosada de su uso privado”, expresó.