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La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) abrió un sumario para investigar la adjudicación de un contrato de G. 6.280 millones a la firma Imperplast Ingeniería, representada por César Benítez, por parte de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), para la provisión de caños y accesorios de plástico.
Se debe a la protesta promovida por el Abog. Nino Cricco, representante de Inplast SA, según la cual la Essap otorgó, en forma irregular, el ítem 24 de la licitación N° 6/2014, para la compra de caños y accesorios de plástico. Menciona que la beneficiada con el contrato había presentado la oferta más cara y que la estatal notificó del otorgamiento a otra empresa, a Inplast Film SA y no a Inplast SA.
Los directivos de la firma afectada creen que el envío de la notificación a una empresa homónima fue deliberada, porque de esta manera se aseguraban de que nadie cuestionara la adjudicación y permitía a la Essap firmar el contrato inmediatamente y entregar a la contratista el anticipo financiero.
Osmar Sarubbi, titular de Essap, dijo que desconocía la comunicación a una firma homónima y responsabilizó del hecho a la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC) de la aguatera.
Tras la denuncia, el 25 de setiembre último, la DNCP, resolución N° 2798 mediante, abrió la investigación del caso y recomendó detener la ejecución del contrato.
A los directivos de Inplast SA les llama la atención la adjudicación porque los actuales administradores de Essap denunciaron ante la fiscalía a sus antecesores y a Imperplast por un caso de supuesta corrupción. Según la misma, la estatal compró en forma exagerada un accesorio de plástico conocido como “manguito”, que le provocó un daño patrimonial a Essap de G. 2.000 millones.
Sobre este punto, Sarubbi señaló que la descalificación no le corresponde a Essap. La única indicada para hacerlo es la DNCP.
Empresas dudosas
En 2010, un informe de la Contraloría reveló irregularidades en una adjudicación directa a Imperplast del “Plan verano 2008/2009” de la Essap, bajo la presidencia de Emiliano Insfrán.
La citada empresa, junto con la firma unipersonal de María Julia Planás -también beneficiada en esta nueva licitación de Essap- según la auditoría de Contraloría cometió colusión (pacto para lesionar a terceros) en el concurso de ofertas de Essap. Además, fueron investigadas por la fiscalía por no contar con permiso ambiental para operar una fundidora de hierro y no aportaban al IPS (Instituto de Previsión Social).
Seis empresas beneficiadas
De acuerdo con informaciones obtenidas en la página web de Contrataciones Públicas (www.contrataciones.gov.py), el contrato denunciado forma parte de la licitación 6/2014 para la adquisición de caños y accesorios de plástico bajo la modalidad de contrato abierto, por valor de G. 18.000 millones.
La licitación fue otorgada a seis empresas. A María Julia Planás Gómez de Benítez (G. 365 millones); a Plásticos SA, representada por José Escobar (G. 1.496 millones); a Atilio Balmaceda (G. 1.265 millones); a Primera Productora Paraguaya de Plásticos, Aníbal Cubas Gusinky (G. 1.574 millones); a Tigre SA, Wilfrido Cardus (G. 7.604 millones) y a la firma Imperplast (G. 6.280 millones).