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El documento elaborado por Miguel Székely e Ivonne Acevedo, del Centro de Estudios Educativos y Sociales para dicho foro organizado por el Banco Mundial, indica que en Paraguay un joven de 18 años en edad de trabajar en promedio tiene 12 años de estudio, mientras que en otros países de la región llevan entre 13 y 14 años (Bolivia, Perú, Chile y otros). Si bien este indicador ha aumentado en el tiempo, en las generaciones más recientes Paraguay se ubica por debajo de varios países de su entorno respecto a los años promedio de educación.
Según los datos, en 1963 los de años de estudio de un joven en edad de trabajar promediaba 4 años, esto subió a 7 años hacia 1983 y al 2013 se ubicó en 12 años. Agrega que al llegar a la secundaria se abre una brecha importante en relación al nivel educativo correspondiente para su edad. En Paraguay este indicador se ubica en un 81% de estudiantes que cursan su nivel educativo en la edad indicada, y el 19% se encuentra fuera del rango promedio, que en la región oscila entre 84% y 86%.
Los resultados en términos de calidad educativa son de los más reducidos de la región, tanto en lectura como en matemáticas.
El reporte también revela deficiencias en los niveles de estudios superiores, que presenta también rezagos con respecto a la media de la región. Paraguay es de los países con menor porcentaje de PEA con educación superior, solo el 8,3% de la población entre 25-65 años alcanzó la educación superior.
Los expertos señalan que los recursos humanos de un país son cada vez más estratégicos para su desarrollo. Pero no son los “recursos humanos” en abstracto, sino recursos humanos con mayor productividad. Alegan que una mejora en 10% en la calidad educativa aumenta en casi 1% el crecimiento del PIB.