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Al respecto, el dirigente empresarial explicó que, como el índice de inflación del 10%, necesario para el ajuste, se ha convertido en techo muy alto, se pensó que se puede analizar un techo más bajo, consecuente con un promedio de inflación, ponderado de entre el 6% y 7%, y que debería aplicarse cuando se llegue a ese tope. “Pero en realidad –añadió– a nosotros nos interesa que se revise el sistema de medición del IPC (Índice de Precios de Consumo) y asegurar que efectivamente sea representativo en términos de medición de la inflación y que, por sobre todo, se incluya a todos, o al menos a un gran porcentaje de la población laboral, al IPS y al esquema de salario mínimo”, enfatizó.
Dijo que cualquier incremento del salario mínimo, así como se propone, llegará a pocos, pero afectará inflacionariamente a muchos. “Es inaceptable que tantos trabajadores no reciban ni siquiera el salario mínimo y que no estén en IPS. No tendrán jubilación ni asistencia de salud, y van a tener que recurrir al sistema de salud pública, que ya está colapsado, y que también lo pagamos nosotros con nuestros impuestos”, aseveró.
Biedermann resaltó que quiere que la gente gane mucho más, y que eso se base en la productividad laboral, donde el que trabaja y produce más, tiene que ganar más. “Hoy el salario mínimo, cómo está, es un techo y no un piso”, expresó finalmente.