El director de la EBY prioriza agenda social y no la técnica, advierte López

El director de Yacyretá gasta el 90% de su tiempo atendiendo problemas sociales y no los problemas técnicos, como la avería de las 20 unidades productoras de energía, advirtió ayer su titular interino, Guillermo López Flores, quien asumió ayer –a escasos días del cambio de gobierno– en reemplazo de Enrique Cáceres. Añadió que esa práctica distorsiona su naturaleza y permite que se cuele la política. Considera necesaria la separación de lo social y técnico mediante la creación de una institución de desarrollo.

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“En mi apreciación, el 90 por ciento del tiempo de la cúpula directiva se dedica a atender cuestiones sociales, naturalmente relevantes, son obligaciones de la institución, pero en detrimento de la atención de los intereses naturales, medulares, de la entidad”, declaró ayer el Ing. Guillermo López Flores en su discurso de asunción del cargo de director interino de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) en reemplazo del destituido Lic. Enrique Cáceres Rojas.

No es casual que el 100% de las 20 máquinas con las que cuenta la usina estén con averías. “No hay un acompañamiento, la cúpula directiva se ha instalado en esta institución con el objetivo prioritario de atender otro tipo de intereses. No hay profesionalismo, eso viene de antes”, agregó.

Ante la consulta de los periodistas sobre la reparación de las unidades generadoras, señaló que el arreglo de todo el parque exigirá unos 10 años.

Añadió que deben investigarse las causas, porque puede ser que hayan venido con defectos de fábrica o que sean una consecuencia de haber operado en sus inicios, hace 15 años, por debajo de su capacidad nominal.

López Flores sostiene que deben separarse las funciones técnicas y sociales dentro de la entidad.

Se debe crear una institución que se encargue exclusivamente de la asistencia social, “hay que crear las instituciones especializadas en desarrollo con los recursos que proveen las entidades binacionales y también un seguimiento en la marcha general, pero no involucrarse porque distorsiona. Esa es la ventana por la cual se cuela la política”, enfatizó.

“Las funciones de agente de desarrollo social, con terribles fuerzas de diferente naturaleza, política, gremial, grupal, la sociedad, hacen que suceda como le sucedió al licenciado (Enrique) Cáceres. Al no dedicar todas las luces a la capacidad, al tiempo a la pura administración, se resiente, no se puede analizar las cosas, es lo que le pasó, no leyó los antecedentes, parecía que estaba bien; sin embargo no es así, otra cosa ya había sido acordada pero años antes”, añadió.

Consultado en cuanto a los viejos vicios con los que se maneja la entidad, señaló que preferiría llamarlo práctica. “Tan natural es que mucha gente, que por primera vez escucha este concepto, que una entidad técnica como una generadora de energía eléctrica no es un ministerio de desarrollo, no es natural, eso lo desvirtúa. Son conceptos nuevos, todo el mundo cree que así nomás luego deben ser las cosas, y vamos a seguir haciendo hasta que alguien nos los haga señalar y se tomen las medidas correspondientes”.

En relación a la reducción de pago por cesión de energía paraguaya para el presente periodo por parte de la Argentina explicó que “la realidad es que para este año ya no está incluida una suma que era en concepto de deudas postergadas de épocas anteriores, que se estaba pagando desde hace cinco años, y en el 2011 ya se cancela la parte atrasada, entonces desde este año Argentina debe abonar a Paraguay la energía cedida en el año, lo neto”.

Mencionó que este año la Argentina tiene que abonar a nuestro país por el consumo de la energía paraguaya unos 74 millones de dólares.

Reconoció que la entidad necesita una reforma, pero que eso debe hacerse con creatividad, “porque no se puede dejar en la calle a los funcionarios supernumerarios que posee, 2.000 funcionarios paraguayos contra 700 u 800 del lado argentino”, concluyó.

Exdirector, el gran ausente

En la puesta en posesión del cargo de Guillermo López Flores, el gran ausente fue Enrique Cáceres Rojas. Su destitución, a seis días del fenecimiento de la administración Franco, se debió a una resolución que aprobaba la inclusión en los estados contables del ente, en el Plan de Terminación Yacyretá, de obras civiles por unos US$ 400 millones. Dos días después de nuestra publicación, el jueves a la tarde, Franco destituyó a Cáceres y designó a su sustituto interino. Esta es la quinta vez que la EBY cambia el director en cinco años. Fernando Lugo, apenas asumió, nombró a Carlos Cardozo, luego fue cambiado por Elba Recalde. Posteriormente, asumió Kencho Rodríguez, y este fue reemplazado por Cáceres Rojas.

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