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Tras el desafuero y la detención de Julio De Vido, exministro de planificación de Argentina, las diputadas opositoras Alcira Argumedo de Proyecto Sur y Nathalia González Seligra del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) pidieron que no solo sean llevados a juicio los funcionarios de la gestión kirchnerista, sino también los empresarios que forman parte de “la patria contratista”, en alusión a la familia presidencial.
Respecto a Yacyretá, Argumedo pidió “investigar no solo la última década, sino las últimas décadas, porque de otra forma hay funcionarios y empresarios corruptos y otros que son angelicales y se han hecho millonarios por la gracia divina”. Recordó que, en 2005, la organización Transparencia Internacional ubicó a Yacyretá entre los diez monumentos a la corrupción más grandes del mundo y que “esa era la magnitud de corrupción que teníamos aún antes de que se iniciara el gobierno kirchnerista”.
“En Yacyretá, en ese descomunal desfalco, participaron Sideco y Super Cemento, entre otras empresas del grupo Macri, entre cuyos directivos estaba el actual presidente”, denunció la legisladora según el diario Página 12.
De Vido, un protegido de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, comandó junto a Óscar Thomas los negociados en la administración de la hidroeléctrica compartida con Paraguay, y era considerado el jefe de la banda de “ingenieros de los negocios kirchneristas”.
En 2015, desde la secretaría de planificación, dirigida por De Vido, el kirchnerismo hizo proselitismo con energía paraguaya producida en la EBY y hasta celebró el 11° aniversario del lanzamiento del Plan Energético Nacional, que incluyó la terminación de la central energética.
Las legisladoras opositoras también mencionaron al actual ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien debería ser investigado por haber participado en su carácter de gerente de la Shell de las operaciones de compra y venta de gas licuado, por las cuales el juez Claudio Bonadio ordenó el procesamiento y detención de De Vido, acusado de sobrefacturar las licitaciones.
Obras sobrefacturadas
Uno de los capítulos del último libro del periodista argentino Luis Gasulla, titulado “El negocio político de la obra pública”, afirmaba que Yacyretá es el símbolo más grande de corrupción de los últimos 30 años y menciona que el exministro De Vido mantenía un control total, de punta a punta, sobre la EBY, junto con Óscar Thomas, quien ocupó su dirección durante los gobiernos kirchneristas. Un informe de 2008 reveló que tres adjudicaciones de obras tenían un sobreprecio promedio del 90%. Eran tres licitaciones cuyas aperturas fueron realizadas en secreto, en el piso 21 del edificio ubicado en Madero 942, con sobreprecios que juntos alcanzaban US$ 160 millones, lo que casi duplicaba el monto estipulado en los pliegos.