Destacan posición de la industria paraguaya

Paraguay no ha sufrido un proceso de “reprimatización” o “desindustrialización” luego del “boom” reciente de los commodities, lo cual es un indicador positivo de nuestra macroeconomía, según destacó el economista Fernando Masi, al explicar conclusiones del libro de su autoría “Ser industrial en el Paraguay”, que fue presentado esta semana en Asunción.

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El especialista señaló que el fenómeno mencionado no se dio en Paraguay debido a que el país no ha sido parte del proceso de sustitución de importaciones que ha dado origen a la industrialización en las economías grandes y medianas de la región y que, al mismo tiempo, ha implicado un alto grado de proteccionismo y de subsidios internos. Ese es “un modelo de industrialización que ha hecho crisis en los años 80 y que ha sufrido los embates de las políticas de ajuste de los años 90. El Paraguay ha estado ausente de este desarrollo particular”.

Añadió que la caracterización histórica de Paraguay como una economía abierta puede muy bien ser una de las explicaciones fundamentales para entender por qué el desarrollo industrial ha sido precario en comparación a las otras economías regionales. Dijo que, de todas maneras, este alto grado de apertura económica no ha sufrido modificaciones en los últimos 20 años, lo cual también habla bien de nuestro país y sus proyecciones de crecimiento. “Se asiste hoy a un nuevo proceso de desarrollo industrial que ya no se puede calificar de precario, sino de sostenido, con posibilidades de pasar a una etapa de mayor intensidad en el futuro cercano”, resaltó Masi.

Evidenció que a partir de los años 80 se ha conjugado una serie de factores favorables, tanto económicos como políticos, que favorecieron un desarrollo industrial diferente al que se venía arrastrando por décadas. Dijo que estos factores, sumados a la estructuración de una nueva mentalidad empresarial, han hecho posible que la apuesta al sector manufacturero conforme un nuevo “ser industrial” en el país. Ahora se habla de “un ser industrial competitivo, innovador y con un conocimiento más profundo del mercado internacional”.

Por otro lado, para el autor del libro “Ser industrial en el Paraguay”, el Mercosur definitivamente ha sido determinante para el crecimiento de varias ramas industriales, tanto aquellas tradicionales como no tradicionales. Dijo que de igual manera, el “boom” de los commodities de los años 2000, antes que simplemente fortalecer el sector primario de la economía, ha dado lugar también a un empuje sin precedentes de la agroindustria en el país. “Tanto el sector agroalimentario como el de los productos manufacturados más puros tienen hoy una presencia creciente en la actividad económica como en las ventas externas”, manifestó.

Afirmó que las entrevistas realizadas a empresarios de distintas ramas industriales en el lapso de los últimos veinte años confirman la tendencia de un proceso de industrialización en el país, más sostenido que en épocas anteriores y con visos de modernización creciente. “Esto es posible comprobar a través de hechos y manifestaciones que se extraen de las propias experiencias de estos empresarios”, apuntó.

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