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El Acuerdo de París es el mayor esfuerzo de la comunidad internacional para controlar el calentamiento global y los cambios climáticos que se producen como consecuencia de este fenómeno.
En representación del Paraguay, Horacio Cartes firmó el Acuerdo de París y comprometió el esfuerzo del Estado para frenar los dramáticos cambios que se están registrando en el clima planetario.
El Acuerdo de París forma parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Horacio Cartes viajó a París, firmó el documento de la convención y asumió compromisos en nombre del Paraguay.
Pero al volver a Asunción borró con el codo aquello que había firmado, dando las espaldas al esfuerzo internacional.
Todo indica que, en realidad, el Presidente de la República del Paraguay fue a “chantear” en París.
La prueba de su desprecio a la comunidad internacional se tiene en la promulgación del Decreto 7702/17: el documento permite la deforestación de los últimos montes naturales que siguen en pie en nuestro país.
El 14 de setiembre último, Horacio Cartes promulgó el decreto que elimina la obligación de preservar el 25 por ciento de los bosques naturales; esta obligación está claramente establecida en la Ley 422/73.
Horacio Cartes, con la intención de ampliar el área de pastura de su estancia, no tuvo mejor idea que modificar la Ley 422 utilizando el Decreto 7702.
Codicia sin límites
El establecimiento ganadero de su propiedad se encuentra en Mcal. Estigarribia y lleva el nombre de San Francisco; ocupa 14.979 hectáreas.
La violación de compromisos internacionales puede generar sanciones contra nuestro país.
La Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial así como una sucesión de entidades condicionan apoyo al cumplimiento de acuerdos de protección a la biodiversidad.
Nuestro país tiene uno de los mayores porcentajes de deforestación del planeta, con la destrucción de 275.000 hectáreas de bosque nativo en forma anual.
En lugar de reducir el promedio de deforestación, tal como indica el Acuerdo de París, Horacio Cartes promulga un decreto que permitirá aumentar la tala de bosques en Paraguay.
El decreto de Cartes tiene origen en su codicia sin límites. El alcance del documento beneficia también a otros propietarios quienes harán uso y abuso del documento para destruir montes que en realidad pertenecen a la nación en su conjunto.
Como si fuera poco, Cartes ya tiene en sus manos la resolución 146/17 de la Secretaría del Ambiente donde consta la aprobación de su plan de gestión ambiental.
El 14 de setiembre Horacio Cartes firma el Decreto 7702 y el 21 de setiembre ya tiene el visto bueno de la Secretaría del Ambiente para destruir los montes de la estancia San Francisco.
A pesar de la ilegalidad manifiesta del decreto, Rolando de Barros Barreto expidió la autorización para que Horacio Cartes pueda aumentar el área de pastura de su estancia, a costa de la destrucción de los montes.
Violación de la Constitución y leyes ambientales
A la violación de acuerdos internacionales se suma el atropello a la Constitución Nacional y las leyes ambientales del país.
Con el tema de la reelección, Cartes ya demostró que la Constitución le tiene sin cuidado: hizo todo el esfuerzo posible para torcer la Carta Magna.
Ahora que busca ganar más dinero con la cría de ganado entonces atropella las leyes ambientales.
El antecedente que deja el Presidente de la República es nefasto: cambia la Ley 422 por la vía de un decreto, movido única y exclusivamente por sus intereses particulares.
La necedad de Cartes tendrá consecuencias negativas para el país: aumentarán los daños causados por la destrucción de los bosque. Se vienen días más difíciles “gracias” a Cartes.
roque@abc.com.py